El destacado actor mexicano Fernando Noriega, quien comenzó su carrera hace una década en la televisión local, le ha salido al paso a todos los retos que se le han cruzado en su carrera, forjándose una hoja de vida profesional colmada de aplausos, gracias a cada una de sus interpretaciones.
Tras diversas participaciones en telenovelas como Machos y Amor en custodia, además de películas como Enemigos íntimos y Efectos secundarios, sólo por mencionar algunas, el joven se encuentra en Venezuela desde hace siete meses, por formar parte del elenco de la telenovela Dulce Amargo, que trasmite Televen.
El fin de semana viajó a su tierra natal para encontrarse con los medios de comunicación, en ocasión del estreno de dicho dramático en México, el lunes 14 de enero. Por esos días, EL IMPULSO conversó con Noriega y, a través del hilo telefónico, nos conversó sobre su experiencia en este país.
Luego de vivir durante tres años en la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos, el mexicano empacó sus maletas y se vino a Venezuela para encarnar a Diego Piquer, el personaje antagónico del dramático que viene a ser una versión de la novela chilena Los treinta.
-¿Cómo lo ha recibido el resto del elenco?
-Tanto a mí como a los otros compañeros de México y Colombia nos han tratado muy bien; hemos hecho una amistad increíble y estoy contento de habernos convertido en un verdadero equipo, trabajar de la mano es pieza clave para que la historia llegue claramente a la gente (…) El día que termine este proyecto me llevaré grandes amigos que además me hicieron sentir como en casa los días de Navidad, hicimos un intercambio entre hermanos.
-¿Qué es lo que más le gusta de Venezuela?
-Me encanta la comida. En diciembre probé las hallacas y ensalada de gallina. También me gustan mucho las tajadas, aunque me hace falta el picante de México (…) no he tenido mucha oportunidad de viajar dentro del país por el tren de trabajo, pero no quisiera irme sin conocer Los Roques.
-Es su tercer producto en Alta Definición, ¿qué retos plantea esta tecnología?
-Hay que cuidar mucho más los detalles de producción y la ambientación (…), actoralmente es exactamente lo mismo, sólo hay que cuidar mucho más el maquillaje para no dejar al descubierto imperfecciones.
-Es el villano principal de Dulce Amargo, ¿qué se siente ser el malo de la partida?
-Es la primera vez que hago un antagónico y ha sido muy interesante explorar y llevar mi trabajo a la contraparte de lo que había hecho (…) los buenos siempre son más queridos, aunque Diego Piquer tiene un lado bueno que será descubierto por los televidentes.
– ¿Cree que el abanico de historias que se presentan en la telenovela es tan cotidiano como para que todos puedan identificarse?
-Creo que sí, porque refleja mucho esa realidad de que el amor tiene muchos otros conflictos que no sólo trata de infidelidad o intereses personales. La novela está muy bien planteada y creo que parte del éxito que hemos tenido en Venezuela es que la gente se ha identificado con las parejas.
Foto: Matt Sassi
