#Opinión: LA RED DE INSTITUCIONES LARENSES… ¡EN ACCIÓN! Por: Maximiliano Pérez

Decía el verso de un poema escrito por Cicerón para celebrar su consulado del año 63 a. de C.:
“Cedan la guerra a la toga,
Y,  a la elocuencia el laurel”.
(…) Porque dejando aparte otros ejemplos, ¿En el tiempo de mi consulado no cedieron las armas a la toga? (…)
De Séneca cito: “¿Por qué vacilas?, dice, ¿Por qué te paras? Si no lo ocupas el tiempo huye. Y aunque lo ocupes también huirá. Y así han de competir la celeridad con que el tiempo pasa y la velocidad con que se emplee, como el que bebe a toda prisa de un torrente rápido  que no siempre ha de correr. También para reprobar la va ilación interminable hermosamente habla el poeta no de la mejor edad, sino del mejor día. ¿Cómo es que tú, confiado y lento, en tan apresurada huida del tiempo, te prometes meses y años en larga serie a la medida de tu deseo. (…)
En tres partes se divide la vida: Lo que fue, lo que es y lo que será. Lo que hacemos es breve; lo que hemos de hacer, dudoso; lo que hicimos, cierto. Porque sobre esto la fortuna perdió sus derechos y no pude volver atrás al capricho nadie. Esto lo pierden los entretenidos, pues no les queda vagar para mirar al pasado y, si lo tienen, les es desagradable recordar cosas de las que se tienen que arrepentir. Y así, de mala gana vuelven el ánimo al tiempo mal empleado, ni se atreven a recordarlo, porque los vicios, aún con algún alago de deleite se introducían subrepticiamente se hacen patentes al ser recordados. Nadie sino quien todo lo hizo bajo su propia censura que nunca se engaña, se vuelve gustosamente  a mirar el pasado; el que deseó gustosamente muchas cosas, o fue desdeñoso con soberbia, o no se amilanó en la victoria, o engañó insidiosamente, o arrebató con avaricia o repartió con prodigalidad, por fuerza ha de tener estos recuerdos. Pero ésta es la parte de nuestro tiempo sagrada e irrenunciable, fuera ya de todos los eventos humanos, exentos del imperio de la fortuna, sin que se aflijan la pobreza o el miedo o las enfermedades, nadie puede perturbarla, ni llevársela; su posesión es perpetua y libre de recelos. No son presentes los días sino uno a uno, y cada uno de estos momento a momento, pero todos los del pasado se presentan tan pronto se lo mandas y se dejan a tu capricho ser inspeccionados y detenidos, pero para todo esto no tiene tiempo los frívolamente ocupados”. Fuente: Clásicos Jackson- Cicerón y Séneca-Tratados Morales-Pág. 390-391)
Una máxima popular expresa: “El tiempo de Dios es perfecto”. A tal efecto, en los tiempos difíciles que vive nuestra patria, cabe de nuevo aquella frase que expresada por John F. Kennedy (Palabras más, palabras menos): “No preguntes que puede hacer tu patria por ti… Pregunta ¿Que puedes hacer tu por tu país?”. La Red de Instituciones Larenses está presta a aportar todo el talento, que con altruismo e integridad ha demostrado; para consolidar la construcción del estado Lara y más allá de nuestras fronteras. Todo, dentro del máximo acatamiento a la Constitución Nacional, a las leyes y a sus reglamentos; respetando el espíritu, propósito y razón del legislador probo y a originales objetivos de la norma. La decisión de la acción está en cada uno de los integrantes de la Red, que a pesar de las adversidades y limitaciones han sabido adherirse a la pluralidad del pensamiento ejercido. Tenemos un indiscutible potencial, en todos y cada uno de quienes participan en las actividades de la institución y, esto debe fortalecerse en los momentos difíciles; el complemento de los unos con los otros, resalta en el pensamiento Rotario. En la Red estimulamos y fomentamos el ideal de servicio como base de toda empresa digna y, en particular fomentamos el conocimiento mutuo y la amistad como ocasión de servir. “Se beneficia más quien mejor sirve”.
“Iconos”: Gentilicios del estado Lara: ¡La Divina Pastora y el Impulso! A la advocación de la Virgen María… A la  Divina Pastora, los barquisimetanos reverenciamos desde hace 157 años; de los cuales, hace 109 años ha estado presente el diario EL IMPULSO acompañándonos a tomar el cafecito madrugador, antes de salir su encuentro, y acompañar a la madre de Dios en su tradicional recorrido. Este homenaje salido del corazón agradecido del pueblo que venció a aquella epidemia de cólera, y magnificado por los posteriores milagros hechos por la Divina Providencia, ha trascendido las fronteras patrias y se ha acrecentado en la multitud que con deferencia acompaña a la imagen sagrada en su eterno peregrinar.