#Opinión: El comunismo que nos espera Por: Euro Barrios Torres

“Se buscan inversores para proyectos en Siberia”, es un inmenso aviso que recibe a los visitantes en los aeropuertos internacionales Domedédovo y Sheremétievo de Moscú. Allí estuvimos en condición de turistas mis dos mejores amigos, mi esposa Mireya y este humilde columnista. Apenas a dos semanas del controvertido ascenso por tercera vez a la Presidencia de Rusia, de Vladimir Putin, cuyo slogan de su campaña electoral es de transformar a su país en un Estado Europeo, así rezaban los afiches en el trayecto de una moderna autopista de 8 canales.
Fuimos atraídos a viajar a tan lejano lugar más por conocer el esplendor de la era de los Zares en St. Petesburgo, restaurado en el presente siglo por el gobierno ruso con fines de incentivar el turismo internacional. De ello hablaremos en una próxima ocasión. Pero lo que motiva este título es habernos percatado que el comunismo marxista-leninista ha sido enterrado definitivamente, hasta el punto que la tumba de Lenin en la Plaza Roja del Kremlin en Moscú, es mera referencia, cubierta por una cerca metálica con el pretexto de que está en reparación desde hace cinco años, para no decir que cayó en olvido, sin esa larga fila venerante de la época soviética.
Putin con toda la oposición que ahora tiene por las medidas económicas y de restricción a la protesta, presenta a Rusia como un socio fiable para las trasnacionales del Occidente, ha  prometido apertura comercial, especialmente el gas a Ucrania, así como suspender las expediciones armadas a Georgia, dos de sus principales enemigos.
Se percibe en el ambiente que ha entrado la era de la globalización, el capitalismo neo liberal y una social democracia incipiente, pero en vías de progreso. Todavía persiste el control del Estado en muchos aspectos de la población, pero la gente cada día exige más libertades, y los jóvenes empujan impetuosamente con su belleza, elegancia, inteligencia, educación, y los beneficios del internet que los conecta al resto del mundo.
Rusia es un país muy desarrollado, en vías de convertirse de nuevo en una súper potencia. Tienen el reto de cambiar el propio Estado, combatir las secuelas del comunismo estalinista que se extendió hasta el siglo XXI, flagelos como la corrupción administrativa que es extremadamente alta, narcotráfico, actualmente consumo masivo de drogas, las diferentes mafias que se establecieron en la Unión Soviética, alto índice de alcoholismo, desempleo (32%)  ocasionado por el cierre de las fábricas y comunas estatales, y regular su carrera bélica armamentista que obligó años atrás a frenar la conquista espacial.
Este nuevo gobierno oferta abrir nuevas Escuelas Técnicas para adaptarse a los modernos métodos de productividad y comercialización, además de una agresiva política urbanística, restauración de inmuebles en el casco histórico a fin de mantener el patrimonio arquitectónico.
Las promesas de los mítines electorales supondrían el gasto de 2% del PIB, dividido en tres grandes bloques, vivienda, servicios públicos, sanidad, educación, ciencia y demografía. La prioridad será en el ámbito social. Para el año 2018 se pretende aumentar la esperanza de vida de 69 a 74 años. Se espera obtener aumento salarial hasta los 1.500 Euros p/c. La restitución de la propiedad privada en un anhelo ya logrado, se han regulando los intereses hipotecarios de la banca privada y estadal, reduciendo el precio del metro cuadrado de construcción, al alcance de una clase media emergente.
Un estímulo al crecimiento individual, a la competitividad y  a la meritocracia. En el 2014 se pretende que el 70 por ciento de los ciudadanos accedan a la administración pública vía Internet, y que el tiempo de espera en trámites burocráticos no supere los 15 minutos. En macroeconomía Lukoil una de las mayores empresas petroleras del mundo, y la más importante de Rusia participa en programas de expansión a nivel de toda Europa, con la terminal de Meroil Tank en Barcelona han logrado acceso al Mediterráneo.
En el área agropecuaria son marco de referencia en la exportación de cereales, ganado vacuno, lácteos, y vinos. No se diga la recuperación de la industria metal mecánica y de minerales, que había sido por años muy deprimida. En Siberia están los más grandes yacimientos de hierro, acero, aluminio, titanio, diamantes y uranio. En contraposición HRCHF y secundones, nos ofertan como programa de un hipotético próximo gobierno, un comunismo rancio, estalinista, castrista, centralista, retrógrado, imponiendo leyes perversas y humillantes.

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