Quince minutos pasadas las once de la mañana, la Divina Pastora, patrona del estado Lara, emprendió su camino a través de la avenida Lara. Acompañada de millones de feligreses, la imagen sagrada subió los primeros tramos de esta avenida del este de Barquisimeto, rumbo a su primera parada, la plaza Macario Yépez.
Antes y después de la imagen sagrada, personas con un profundo amor a la madre de Jesús, hacían el recorrido que por más de 157 años se ha cumplido en la visita a la capital del estado Lara.
Armados con sombreros, litros de agua, kilos de mandarinas y, sobre todo, de mucha fe, incondicionales seguidores caminaron los primeros metros de un recorrido que los llevaría hasta la catedral de la ciudad crepuscular.
En el recorrido no faltó la familia que vestía de Nazareno, agradeciendo una petición concedida por la Pastora; personas descalzas daban pasos llenos de amor, niñas vestían trajes que emulaban a los de la Inmaculada Virgen. En fin, la avenida Lara estaba llena de gozo, de amor mariano, de profunda fe hacia la milagrosa, la que sana los pesares de aquel que con profunda creencia levanta sus súplicas esperando ser escuchadas, como en efecto lo ha sido. Por dos horas, cargada en hombros, y antecedida por la imagen de José Gregorio Hernández, recorrió la mencionada arteria vial, para llegar a la plaza donde la esperaban para hacer una misa en su nombre.
Expresiones de fe
Noelia de Rivas y Carlos Rivas, acompañados de su hijo pequeño Juan Pablo, hicieron el recorrido completo agradeciendo a la excelsa patrona por lo que ellos consideran “es un milagro”.
Resulta que, Juan Pablo, cuando nació, estuvo muy grave debido a una hipertensión pulmonar que lo mantuvo retenido en el centro clínico durante 13 días. Sus familiares, después de que los médicos habían perdido sus esperanzas, decidieron encomendarse a la Divina Pastora, y en cuestión de horas, a Juan Pablo le habían quitado el oxígeno y las mangueras con la cual asistían al pequeño.
Carolina Colina
Vestida de blanco, y emulando a la Divina Pastora, Carolina Colina es nueva en la tradición de caminar el recorrido de la virgen. Sin embargo, aunque no lo había hecho antes, su experiencia hará que regrese año tras año a cumplir una promesa. En el 2012, a Colina se le diagnosticó un dengue hemorrágico que la mantuvo por 5 días hospitalizada; era el 14 de enero del año pasado cuando los médicos le dijeron que necesitaba despedirse de sus familiares, “me mandaron a despedirme de mis hijos”. Esa misma noche, soñó con la imagen santa y al día siguiente fue dada de alta.
Hugo Rodríguez
Acompañada de Angélica Oviedo (esposa), Hugo Rodríguez, se vistió de Nazareno y, cargando su cruz, caminaba descalzo por las avenidas que contenían el recorrido santo. “Sufrí de diabetes e hipertensión, estuve al borde de la muerte, pero pidiéndole a la Divina Pastora que me sanara, conseguí bajar todos mis valores hasta la normalidad”, expresó Rodríguez, con la cara de satisfacción de su esposa. Además, quien pagaba su promesa hizo un llamado de paz y por la salud de todos los venezolanos, sin tildes políticos, “pido por la salud de Hugo Chávez, él es un ser humano”, culminó.
De los rincones más apartados del país, acudieron a la procesión número 157, miles de feligreses acompañados de su fe y de la satisfacción de caminar con la Divina Pastora en su peregrinaje. Personas procedentes de la isla de Margarita, de Maturín, Caracas, La Guaira, entre otros, acudieron en grupos familiares para alabar a la patrona del estado Lara. El grupo familiar de la parte superior es procedente del estado Monagas; a su derecha, las niñas vestidas como la Imagen santa pagan promesa por pensión de su padre; debajo, una dama camina descalza por promesa cumplida; la salud del pequeño mejoró y desde hace cuatro años sus familiares reparten mandarinas, agua y refrescos. Por último, los Nazarenos pagan promesa por la salud del pequeño.
Fotos: Jairo Nieto