Cuánta alegría y felicidad se respiró este lunes en Santa Rosa del Cerrito, a escasas horas de iniciar la procesión número 157 de la Divina Pastora hacia Barquisimeto.
El templo estaba repleto de almas, y fue decorado con las oraciones de quienes buscaban la intercesión de la madre Divina Pastora.
Las mejores rosas fueron entregadas por los fieles en las miles de avemarías recitadas a la excelsa Patrona de Barquisimeto.
No había salido el sol y las palabras de bendición ya comenzaban a pronunciarse dentro del santuario.
A las 5:00 de la mañana inició la primera de las cinco eucaristías que se ofrecerían en honor a la Pastora del Rebaño.
La iniciativa de la Iglesia local de realizar la misa central en el arco de Santa Rosa, permitió que la movilización dentro y fuera del templo fuera mucho más fluida.
Entretanto, celadores, miembros de la cofradía Divina Pastora, sacerdotes, religiosas y laicos comprometidos, esperaban ansiosos que el reloj marcara las 8:45 de la mañana para sacar a la Madre de su casa.
Sorpresas y regalos
En esta ocasión la Divina Pastora fue sorprendida cuando a la salida del santuario la esperaban decenas de jóvenes de los diferentes grupos católicos de la Arquidiócesis, quienes por primera vez la escoltaron en el llamado “callejón de honor”.
Con sus manos entrelazadas, los carismáticos jóvenes comprometidos abrieron el paso para que la Madre del Rey transitara hacia la tarima central.
Los sacerdotes y algunos seminaristas tuvieron la honrosa labor de llevar sobre sus hombros la imagen bendita, custodiados por efectivos de la Guardia Nacional.
Justo a las 9:05 minutos del día, la imagen de la Divina Pastora cruzó el arco de Santa Rosa, en medio de cantos y vítores de los fieles, quienes no podían contener las lágrimas ante la emoción de verla pasar.
La Divina Pastora lo hizo otra vez. Se ganó el corazón de los peregrinos y los llevó a los brazos de su hijo Jesucristo.
Más de 200 hombres y mujeres pertenecientes a la Cofradía de la Divina Pastora resguardaron la imagen con una intensa labor en equipo, junto a efectivos de la Guardia Nacional y estudiantes de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad.
Una vez instalada frente a la tarima central, y a escasos minutos de iniciar la Misa de Envío, la imagen de la Divina Pastora brilló más que nunca frente a la mirada de todos los creyentes.
Banquete de la Palabra
Monseñor Antonio López Castillo, arzobispo de Barquisimeto, fue quien presidió la eucaristía acompañado del arzobispo de Calabozo, monseñor Manuel Díaz, y monseñor Trino Valera, pastor de la arquidiócesis de Guanare.
La liturgia de la Palabra tuvo como propuesta central la carta del apóstol San Pablo a los Corintios. Nacer de nuevo para Dios fue el llamado de la primera lectura.
El salmo 102, Bendice alma mía al Señor, se convirtió en una verdadera oración para los creyentes, quienes pedían al Padre y la Madre gracias eternas.
Con el Evangelio, basado en la intercesión de María en las bodas de Canán, los fieles reconocieron la importancia de la mediación de la Madre ante su hijo Jesús. “Hagan lo que él les diga”, fue la expresión de María que condujo al primer milagro de la vida pública de Jesús.
Al iniciar la homilía, monseñor López Castillo se mostró dichoso y contento por la masiva asistencia de los fieles. “La Divina Pastora sigue uniéndonos y comprometiéndonos con Cristo”.
El pastor de la Iglesia local invitó al pueblo de Dios a buscar la reconciliación entre los venezolanos y a tener a María como principal intercesora. “Me preocupa la inseguridad. ¿Por qué tanta muerte? ¿Por qué hermanos nuestros mueren, quedando tantos hogares enlutados?”, cuestionó el purpurado.
Apuntó que la Iglesia es un instrumento de unidad con Dios y la comunidad. “Somos hermanos y tenemos que tratarnos como tales”.
El proyecto de renovación pastoral tendrá como objeto principal ampliar los espacios de comunión entre los obispos, sacerdotes, religiosas y laicos. “La Iglesia es la casa de todos”, recordó monseñor, al tiempo que expresó la importancia de que el pueblo de Dios camine por senderos de progreso, desarrollo social y respeto a la Constitución.
Punto discordante
Después de la homilía continuó la santa eucaristía en completa normalidad. Sin embargo, la actuación del general Freddy Hernández Parababí, jefe de la 14 Brigada de Infantería, y del jefe del CORE 4, Octavio Chacón, generó tensión por algunos minutos en el momento del ofertorio, cuando ambas autoridades militares subieron a la tarima donde se efectuaba la misa, para “halarle las orejas a los curas” (según palabras del general Parababí), por no haber saludado a las autoridades nacionales, específicamente a la ministra Mari Pili Hernández, ni haber pedido por la recuperación del presidente Chávez.
Ambas autoridades, de forma irrespetuosa al protocolo eclesial y a la solemnidad de la Divina Pastora, subieron a hablar con monseñor, quien probablemente no pudo entender sus cuestionamientos pues estaba a escasos minutos de iniciar la consagración.
Afortunadamente, el momento desagradable sólo duró unos minutos y la misa se desarrolló con tranquilidad por el resto del tiempo.
Vale destacar la actitud humilde y respetuosa de la ministra Hernández, quien, al notar la molestia de los funcionarios castrenses, les pidió control y consideración a la eucaristía que se estaba desarrollando.
El amor del pueblo sobrepasó cualquier percance. Su alegría y amor a Dios, se impuso por encima de las diferencias y brilló la paz.
Más de tres mil hostias se impartieron durante la comunión, mientras los cantos de recogimiento eran entonados por el coro musical Divina Pastora.
La multitud oró, rezó por su Patria y pidió misericordia para todos.
La imagen sonriente de María continuaba en medio de su pueblo. Poco después de las 10:00 de la mañana, la Madre se despidió de su pueblo, y prometió volver el 23 de marzo, luego de visitar 52 parroquias de nuestra ciudad. ¡Salve Reina, Divina Pastora, bendice a Venezuela!
Lara de fiesta
Antes de iniciar la homilía, el padre Alexander Nieves, fue el encargado de leer el decreto canónico del Año Jubilar para Barquisimeto, con motivo de la celebración de los 150 años de la fundación de la arquidiócesis local.
En este sentido, la Iglesia adhiriéndose a la convocatoria del Papa Benedicto XVI, declaró año Jubilar en el marco del año de la fe, para recordar con gratitud los acontecimientos del pasado, valorar el presente y “abrirnos con confianza al futuro”.
Para ello, la Iglesia local ordenó especial atención a la adoración de Jesús Sacramentado en todas las parroquias de la ciudad.
La fiesta del Año Jubilar se mantendrá hasta el 7 de marzo de 2014, cuando se realizará una eucaristía central de acción de gracias, junto con el viacrucis arquidiocesano.
Este tiempo será un espacio para el compartir de la Palabra y el fortalecimiento de la fe católica.
Al concluir la lectura del decreto, el pueblo santo aplaudió la decisión del Arzobispo de Barquisimeto como señal de apoyo y participación.
Devoción
Promesas y oraciones a cada instante
A Santa Rosa acudieron infinidad de personas con promesas puntuales por cumplir.
Los más creyentes asistieron con imágenes de otras advocaciones de la virgen santísima y pidieron especial protección.
Desde la sencillez honraron a la Madre de Dios.
La humildad de un niño
La advocación de la Divina Pastora ha inspirado la participación de los más pequeños.
Vestidos de pastorcitos, los niños y niñas reflejan el amor a María y dan fe de la transmisión de la tradición, de generación en generación.
Fotos: Daniel Báez / Rinolfo Quintero