Mireya Bustamante pasó la mayor parte del día tratando de conseguir harina para hacerle una torta de cumpleaños a su hijo de cuatro años.
Igual que la mayoría de los venezolanos, esta oficinista de 33 años debe lidiar con períodos de escasez de alimentos y piensa que las cosas están empeorando. Cree que la causa de esto son los controles de divisas y de precios fijados por el gobierno y no comerciantes inescrupulosos que acaparan alimentos, como dicen las autoridades.
Encontrar todos los alimentos es «una odisea que no parece terminar nunca», dijo Bustamente.
«¿De qué sirven los controles si termina siendo tan difícil encontrar productos básicos?», preguntó Bustamente, madre de tres hijos. «Es la culpa del gobierno, no de los dueños de los abastos».
Muchos economistas coinciden en que la escasez es causada por un mal manejo de la economía a través de controles de precios y de divisas, aunque el gobierno lo atribuye a la especulación de los comerciantes, incluido el acaparamiento de productos para forzar un alza en los precios.
A la escasez y desabastecimiento que aquejan a los venezolanos desde hace varios años se suma ahora la incógnita sobre quién tomará las medidas económicas necesarias, como un ajuste en la tasa de cambio y la liberalización en los controles de precios de productos, ante la ausencia prolongada del presidente Hugo Chávez.
Analistas consultados telefónicamente porla APatribuyen la escasez al fracaso de un modelo económico basado en férreos controles de divisas y de precios, así como a una reducción del aparato productivo privado tras años de expropiaciones y nacionalizaciones.
El martes el principal gremio empresarial del país,la Federaciónde Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela o Fedecámaras, pidió al gobierno iniciar un diálogo con todos los sectores sociales, aseguró que la escasez es producto de «políticas económicas erradas» y calificó como una sentencia que obedece a «intereses particulares» el fallo emitido el pasado 9 de enero por el Tribunal Supremo de Justicia.
Ese dictamen indicó que no hay una ausencia temporal de Chávez, que el mandatario es el único que por decreto puede autodeclarar su ausencia temporal y que hay continuidad en el gobierno porque ya el jefe de Estado fue reelegido en los comicios de octubre de 2012.
«Como lo hemos venido manifestando en los últimos meses, nos encontramos en un momento de apremio que requiere, sin demora, la adopción de decisiones económicas racionales y sensatas, estrictamente apegadas al ordenamiento legal», dijo Fedecámaras en un comunicado leído por su presidente Jorge Botti en la sede del gremio.
En Venezuela «la inseguridad, la inestabilidad, la incertidumbre y erradas políticas económicas son las verdaderas causas de la escasez y de la inflación, teniendo como principal afectado al pueblo venezolano», añadió Botti, quien no respondió preguntas.
«Venezuela demanda de todos, sector público y privado, iniciar una dinámica de diálogo que incluya a todos los actores sociales para construir una visión compartida de país. Fedecámaras exhorta a los Poderes Públicos, en todas sus instancias a que, como resultado de ese diálogo, se adopten las decisiones pertinentes con el interés superior de crear y preservar el mayor bienestar de todos los venezolanos», añadió el gremio.
Desde 2003, la compra y venta legal de dólares está en manos del estado para combatir la fuga de capitales, según el gobierno. Los cuatro ajustes a la tasa de cambio realizados desde entonces fueron decididos directamente por Chávez, de acuerdo con analistas.
Ausente Chávez del escenario, «el dilema del gobierno es cuándo va a realizar elecciones y ahí es cuando tomará las decisiones económicas», dijo Asdrúbal Oliveros, economista y director de la firma Econoanalítica.
La escasez de alimentos, la falta de divisas que otorga el Estado y los controles en los precios de alimentos y servicios _que van desde los alquileres de casas y departamentos hasta el precio del azúcar_ muestran que «los controles no funcionan y eso es desde la época de Cristo. En todas partes del mundo han mostrado su fracaso», dijo Oliveros.
El gobierno mantiene desde el 2003 esos controles en el tipo de cambio y en los precios de un centenar de productos y servicios porque sigue un modelo socialista y no cree en el libre mercado, dijo a su turno Ronald Balza, profesor de economía dela Universidad CatólicaAndrés Bello, en Caracas.
Y la escasez de divisas se debe a que el precio del barril de petróleo venezolano, que representa más de 90% de las exportaciones totales del país, se ha mantenido constante en el 2011 y 2012 entre 101 y 103 dólares el barril, mientras la producción no ha aumentado, dijo Oliveros.
Además parte de esas ventas de crudo al exterior son pagadas a Caracas «en especie», es decir, en productos como frijoles negros, dijo Oliveros, en alusión a los planes de cooperación que Venezuela mantiene con Cuba, Nicaragua y otros países, recordó el analista.
Con ese pago en especie y una producción de crudo estancada entre 2,1 a 2,2 millones de barriles diarios, «disminuye el flujo de divisas… y se hace una puesta en escena con esos de los operativos (contra el acaparamiento) que le permite al gobierno escapar de la responsabilidad… que no se identifique al gobierno como el culpable» de esos problemas de desabastecimiento y escasez, dijo Oliveros.
Desde que en el 2007 Chávez implantó una agresiva política de nacionalizaciones y expropiaciones, provocando una reducción del aparato productivo privado, «no hay capacidad de reacción interna (para abastecer el mercado). El gobierno hizo (al país) más dependiente de las importaciones», afirmó Luis Vicente León, director de la firma Datanálisis.
Por los propios datos del Banco Central de Venezuela, el índice de escasez _que mide en los mercados de todo el país cuando un producto no se consigue en ningún tipo de presentación o forma_ llegó en diciembre al 16,3%, el más alto en cuatro años.
Pero, dijo León, lo grave es que tal índice marca una tendencia para el año y podría llegarse a los niveles del 2007 cuando esa tasa de escasez fue de 20%.
El gobierno reacciona con unos operativos en locales que «tiene inventarios de tres días, se toma la foto y dice que es acaparamiento» o que los empresarios privados almacenan productos para especular con los precios.
El gobierno mantiene desde hace años ventas populares de productos alimenticios que importa directamente y cuyos precios subsidia hasta en más de 70%. Afirma que los subsidios son vitales para proteger a los pobres controlando la inflación.
En 2012 fueron comercializadas por esa vía más de 4,2 millones toneladas de alimentos, según una nota del Ministerio parala Alimentaciónen su página de internet.
De acuerdo con el ministro de Alimentación, Carlos Osorio, citado en la nota de su despacho, el consumo anual de productos alimenticios se ha duplicado desde la llegada de Chávez al poder, de 13 millones de toneladas en 1999, al inicio de su gobierno, a más de 26 millones en 2012. En los gobiernos antes de Chávez «alimentos como el pescado estaban destinados a un sector privilegiado de la población. Ahora, bajo el gobierno de mi comandante Chávez, todo el pueblo venezolano tiene acceso al pescado, a un pescado fresco, de calidad, y a precios accesibles», dijo.
El mayor gremio empresarial niega tener inventarios excesivos y dice que simplemente la escasez y desabastecimiento se debe a una ausencia y retrasos en la asignación de dólares oficiales al sector privado.
El gobierno y la empresa privada han tenido duros enfrentamientos en torno al control de precios y el 7 de enero inspectores gubernamentales se presentaron en almacenes de depósito. Las autoridades dijeron el lunes que habían recuperado 8.088 toneladas métricas de productos alimenticios este mes.
Durante el fin de semana, elementos dela Guardia Nacionalingresaron a un mercado en el centro de Caracas y confiscaron 20 toneladas de carne vacuna, 15 toneladas de maíz y 4 toneladas de ajo que supuestamente estaban violando el control de precios.
La importación de alimentos aumentó marcadamente en una nación que tiene una de las reservas de petróleo más grandes del mundo. La producción nacional de alimentos decayó y la inflación subió, llegando al 20% el año pasado, en que fue la más alta de América Latina.
A partir del 2007 Chávez aceleró las nacionalizaciones de industrias y la expropiación de propiedad privada.
El vicepresidente de Fedecámaras Jorge Roig pidió el lunes a las autoridades agilizar la entrega de divisas a los productores de alimentos porque el retraso en esa asignación de dólares es una de las causas para esa escasez.
«Esto que está ocurriendo lo habíamos predicho, y no de manera catastrófica, sino que habíamos alertado al país desde octubre pasado que si la situación de divisas no mejoraba en su flujo…se iba a notar una escasez en el primer trimestre del 2013, cosa que está ocurriendo», dijo en entrevista telefónica Roig.
De acuerdo con el ejecutivo, el gobierno en promedio «tiene más de 250 días que no liquida» u otorga divisas o las entrega a cuentagotas a distintos sectores productivos, desde alimentos hasta el automotriz y el metalmecánico.
Sólo unas 7.000 de las 100.000 empresas del país reciben dólares dela Comisiónde Administración de Divisas o Cadivi, la entidad oficial encargada de entregar la moneda, aseguró.
«El mercado está desabastecido y se nota en los anaqueles» de los mercados, añadió Roig. Escasean el arroz, azúcar, aceite, café, entre otros.
Las empresas privadas que importan alimentos o insumos estaban recibiendo dólares cada 30 ó 60 días, pero se han producido los retrasos y además si un productor privado solicita el otorgamiento de 20 millones de dólares, por ejemplo, sólo le han otorgado 3 millones, indicó Roig.
Esos retrasos en la asignación de dólares, explicó Roig, se deben a que también hay una escasez de divisas porque en el estado «se gasta más de lo que nos entra», llevando al país a una situación de déficit fiscal calculado por grupos independientes en 15% del Producto Interno Bruto.
Beatriz Romero lucía frustrada al salir de un pequeño mercado del centro de la ciudad.
«No encontré todo lo que necesito así que tendré que buscar las otras cosas en otro lugar», dijo Romero, un ama de casa de 44 años, al salir del mercado con algunas verduras y productos enlatados.
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