La escalada de violencia que se ha desatado en el comienzo del nuevo año se incrementó este fin de semana a pesar de todos los planes de seguridad anunciados por la Guardia Nacional, Policía de Lara y Policía Nacional, además de los otros cuerpos policiales existentes.
Entre la noche del sábado y la tarde del domingo se habían registrado cinco homicidios con armas de fuego, cuatro de ellos en Iribarren y uno en Carora, los que, sumados a los ocho ya reseñados, suman trece entre el viernes y el domingo por la tarde.
En la zona norte ocurrieron tres con jóvenes como víctimas.
Durante la mañana de este domingo los funcionarios de Homicidios del Cicpc estuvieron muy atareados recogiendo cadáveres en ambulatorios o sitios de los crímenes.
Al centro asistencial de Tamaca llevaron a Yurwender Jesús Guillén Seguerín, de 20 años, quien vivía en el sector El Paso de Dios, caserío El Roble, vía a Duaca.
Se informó que en la madrugada escuchó unas detonaciones y al abrir la ventana para averiguar lo que pasaba le dispararon provocándole la muerte.
También en la parroquia Tamaca asesinaron a Johander Ramón Pastrán Rodríguez, quien se desempeñaba como obrero de la construcción en la Misión Vivienda, en los edificios que se levantan en Yucatán, y residía en la manzana P de Las Sábilas.
El obrero iba en su moto por las inmediaciones de la iglesia evangélica ubicada cerca del acceso a la urbanización y al resistirse a entregar su vehículo lo balearon en el abdomen y una pierna.
Pastrán Rodríguez deja embarazada a su esposa.
Durante la mañana de este domingo también dejó de existir en el Antonio María Pineda un campesino que había sido herido durante una balacera que se registró en una casa donde se celebraba una fiesta de quince años.
Eso ocurrió en el caserío El Guamito, a tres horas de camino de Río Claro y la víctima es Johan Antonio Alejos Durán, de 26 años.
Allí se encontraban varios campesinos disfrutando de la música y la bebida por los quince años de una niña del lugar y de pronto alguien entró a la casa disparando, alcanzando a Alejos Durán que bailaba con una joven.
Como pudieron lo trasladaron al ambulatorio de Río Claro y de allí al Antonio Maria Pineda donde dejó de existir pocas horas después.
Se dijo que en el sitio también resultó herido un hermano del infortunado del que sólo se dijo es apodado Tico.
Johan Antonio vivía en la Bella Lucha, en Barquisimeto, y fue a El Guamito invitado a la fiesta.
En horas de la madrugada del domingo también dieron muerte en Carora a un estudiante de la escuela de la Guardia Nacional de Los Teques.
José Manuel Rivero, de 22 años, vivía en la calle 11 del sector El Roble y durante algunas horas de la noche estuvo reunido con un hermano y amigos en la discoteca del hotel ubicado a la entrada de la capital de Torres.
Cuando trataron de retirarse en una moto fueron amenazados por dos sujetos que le conminaron a entregarles el vehículo.
Como se demoraba en prenderla, uno de los criminales se disgustó y le dio un balazo a quemarropa causándole la muerte para huir en la moto junto a su compinche que tripulaba otra.
Esta semana Rivero debía reincorporarse a la escuela de laGN luego de haber disfrutado de un permiso por el fin de semana.
La mañana de este domingo, una comisión se trasladó al estadio de softbol de La Ruezga Norte, al lado del liceo Carlos Gil Yépez, donde se informó de la localización de un cadáver.
En efecto, el mismo correspondía a Edwin Alejandro Romero Montes, de 22 años, residente en el barrio San Benito, cercano al lugar del hallazgo.
El cuerpo presentaba dos orificios de bala en el cuello y en los alrederores fueron localizados no menos de 9 conchas de proyectiles 9 milímetros.
Rosa Isabel Montes, su madre, dijo que lo vieron por última vez a la una de la mañana cuando fue a la casa a buscar un cigarrillo.
Ella escuchó los disparos entre cuatro y cuatro y media pero nunca pensó que su hijo estuviese involucrado en ellos.
Creen que varios sujetos se lo llevaron desde San Benito hasta el campo deportivo para darle muerte por causas hasta ahora no precisadas pues argumentan que no tenía problemas con nadie, aunque estaba bajo presentación ante las autoridades judiciales.
Fotos: Ángel Zambrano