Con una exhibición de potencia en los metros finales y bajo un sol radiante, el italiano Michele Merlo, del equipo continental Fantini Vini, sacó a relucir sus condiciones de embalador para neutralizar a los velocistas criollos Frederick Segura (Flor de Patria) y Arthur García (Lotería del Táchira) y llevarse la victoria en la segunda etapa de la Vuelta al Táchira, mientras que Yosvang Rojas entró dentro del grupo principal para conservar la camiseta amarilla.
Beneficiado por el trabajo previo realizado por sus compañeros, que le colocaron un elevado ritmo de carrera en el tramo final y lo lanzaron, a gran velocidad, a la meta, Merlo no tuvo problemas para superar a sus contrincantes en una peleada llegada en bloque y que no arrojó mayores cambios en el casillero general.
Merlo, que rompió una cadena de varios años sin triunfos italianos en el giro andino, completó tiempo de 3 horas, 49 minutos y 02 segundos para la fracción de 168 kilómetros -la más larga de la prueba- corrida entre Socopó y San Rafael del Piñal, ya en territorio tachirense.
A lo largo del recorrido, el pelotón se encontró con “columpios”, un terreno quebrado, que dio alas para varias fugas, pero, una vez los equipos fuertes tomaron el control, todo quedó servido para una llegada masiva, en la que los italianos, que habían trabajado en la etapa previa y quedaron con las manos vacías, sacaron la mejor parte.
“Estamos muy contentos. Es una gran victoria para nosotros, ya que estamos estrenando uniforme y patrocinante”, soltó Merlo, cuyo equipo paso a llamarse Fantini, luego de conocerse como Farnese.
“Sabíamos que podíamos ganar aquí, nuestro compañero Jonathan Monsalve comandó el trabajo y me tocó la responsabilidad por ser el más rápido y logré la victoria”, agregó el europeo, que reconoció haber sentido fatiga en un momento de la etapa por el agobiante calor.
Al igual que en la jornada inicial, un corredor, en este caso, Johan Páez (Barinas) se animó a lanzarse a una aventura en solitario y permaneció casi 100 kilómetros en punta de carrera, lo que le permitió ganar tres de los cuatro premios intermedios del día, pero una vez entró en crisis por el cansancio fue presa fácil del grupo que venía en la parte posterior.
Acto seguido, el merideño Carlos Castro también se marchó en solitario, pero su alegría duró poco y todo quedó preparado para el embalaje en grupo, dominado por un equipo italiano que luce en buena forma y, lejos de ser un convidado de piedra, asume rol de protagonista, al menos en el terreno menos duro, antes de la montaña.
La ronda andina, que se corre con un pelotón de 116 corredores representantes de siete países, continúa este domingo con el tradicional circuito de San Cristóbal, que se realiza en las avenidas España y 19 de abril, y ofrece llegada en ligera inclinación, ideal para las condiciones de un hombre como Yosvang Rojas, que tiene todo a su favor para seguir vestido de líder.
Foto: Cortesía/Lotería del Táchira
