No existe producción efectiva de harina de maíz por parte del Gobierno nacional, que expropió algunas empresas productoras del rubro y ahora están sepultadas en aguda crisis. Así lo señaló el dirigente regional de Avanzada Progresista y exalcalde de Palavecino, Freddy Pérez.
Señaló además que existe una empresa estatal denominada Nutricos C.A, encargada de todo lo relacionado con la alimentación de los venezolanos.
-En el país, 100% del mercado nacional de consumo de harina precocida se divide en dos partes, un 60% producido por Empresas Polar y un 40% en manos de las estatales, detalló Pérez.
Subrayó que la ineficiencia y la corrupción presente en estas empresas del Estado, no le permiten la producción de ese 40%, lo que conlleva que el mercado nacional sea abastecido con el 60% producido por Polar.
Control agresivo
El dirigente de Avanzada Progresista, reveló que el Gobierno nacional ha sometido a Empresas Polar a un control agresivo de su producción.
-No hay posibilidad alguna de acaparamiento, y para desviar la atención de la opinión pública sobre la nula producción estatal, ha desplegado a funcionarios castrenses para construir una falsa realidad, acusando a esta empresa de acaparamiento, citó Pérez.
Dijo que es imposible que alguna empresa privada practique el acaparamiento, dado existe la Superintendencia Nacional de Silos Almacenes y Depósitos Agrícolas, SADA, empresa encargada de todos los alimentos, desde su producción hasta el consumidor final.
El SADA expide una guía con código de barras, inviolable por demás, para poder mover todos los alimentos.
-El Estado venezolano sabe cuánto consume cada habitante del país y cuál es el destino de cada harina de maíz o cada bolsa de azúcar, que sale desde la empaquetadora o central azucarero, detalló el dirigente.
No hay producción de azúcar
Indicó Pérez, que los siete centrales azucareros en manos del Gobierno, no están produciendo, lo que obliga al Estado efectuar colosales importaciones en un negocio mil millonario en divisas.
-Hay mafias entre funcionarios del SADA, efectivos castrenses e intermediarios, que controlan el mercado de azúcar, denunció.
Las empresas privadas que distribuyen alimentos, prosiguió, tienen que pagar a los organismos de seguridad, un precio por las gandolas transportadoras, donde en cada alcabala, debe cancelar una cuota elevada.
Texto: Luis Alberto Perozo Padua
