Se evidenció que la decisión tomada por la Sala Constitucional y dada a conocer por su presidenta, quien además preside el Tribunal Supremo de Justicia, Luisa Estela Morales, fue una operación político jurídica diseñada por el Gobierno nacional, declaró, en nombre de la Mesa de la Unidad Democrática en el estado Lara, el Dr. Guillermo Palacios, diputado de la Asamblea Nacional.
Acompañado de los demás integrantes de la MUD, encabezados por Macario González, el profesional del Derecho manifestó que lo más preocupante es que las decisiones que se vienen tomando en Venezuela provienen de los jerarcas del régimen de Fidel y Raúl Castro.
La solicitud de la interpretación del artículo 231 fue hecha por la abogada Marelys D´Arpino, quien es una de las columnistas del diario oficialista VEA, lo cual indica claramente que todo estaba calculado para que el TSJ actuara conforme a lo dispuesto por el gobierno que ya tenía la intención de prolongar su mandato más allá del 10 de enero.
Todas las intervenciones de los diputados oficialistas en la sesión del martes concuerda plenamente con lo expuesto por Luisa Estela Morales y su sentencia, como ella misma dio a conocer, fue elaborada por los siete magistrados de la Sala Constitucional.
Pero, lo que no dijo la magistrada en su exposición difundida en cadena nacional por el Gobierno es que todos los integrantes de esa Sala violaron flagrantemente el estado de Derecho.
Esa decisión dejó en el limbo el problema fundamental como es la enfermedad del Presidente de la República.
Por un lado, se aceptan como válidos los escuetos comunicados que ha venido emitiendo el gobierno sobre el estado de salud del jefe del Estado y, por el otro, no fijan la fecha pertinente para la juramentación del Presidente electo, ya que se puede hacer en cualquer momento.
Lo que la mayoría de la población, incluyendo a los que votaron por Chávez, es que se sepa realmente el estado en el cual se encuentra el presidente de la República, ya que prácticamente parece estar secuestrado por el régimen de los Castro, pues, al paciente no se le deja ver y tampoco existe un diagnóstico creíble.
Mientras tanto, los problemas del país se tornan más críticos porque la violencia persiste, hay un desabastecimiento de productos y los hospitales carecen de insumos para atender a los enfermos.
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