El economista y asesor financiero, Orlando Cabrera Eleizalde, señaló que tras los comicios electorales del 7 de octubre, del 16 de diciembre, y luego de la recaída del presidente Hugo Chávez, todo indica que el país caerá en un círculo vicioso de la economía, caracterizado por altos precios del petróleo, incremento del gasto público, crecimiento moderado, baja inversión, aumento de las importaciones y déficit fiscal.
“Es oportuno resaltar que el complejo escenario en lo económico y social que va a enfrentar el Gobierno a partir de este año, incluyendo una inminente y necesaria devaluación, puede generar una severa inconformidad popular, por la costumbre a la dádiva de un petróleo a más de 100 dólares el barril, y fundamentalmente, si no se aceptan los peligros de la profundización del actual modelo de rentismo y populismo petrolero para el futuro del país”.
Explicó el especialista que Venezuela se encuentra en la antesala de un grave desequilibrio fiscal y de una posible recesión económica que podría acentuarse con la crisis global.
“Este punto de inflexión y contracción de la economía empeorará el clima social caracterizado por la inseguridad personal, el vandalismo, el marcado deterioro de la infraestructura y de los servicios públicos y la conflictividad social que sufre el país que amenaza la gobernabilidad y la estabilidad institucional”.
A juicio de Cabrera, el país entrará entonces en el “Círculo Vicioso de la Economía, de derrochar en época de bonanza y ajustar el cinturón de los pobres en los momentos de crisis, sin poder recurrir a los fondos de ahorro y contingencia, que se decretan pero no se alimentan”.
Este comportamiento no es nuevo, tiene larga tradición. “Hemos tenido estabilidad económica con precios petroleros moderados en los gobiernos de Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Rafael Caldera I, y también con precios altos durante el primer período de Carlos Andrés Pérez, pero a partir de 1979 se inicia el populismo y el derroche de recursos”.
Para cambiar el panorama es obligatorio realizar importantes ajustes y diversificar la economía. “Mientras no cambiemos la estructura del Estado y seamos una sociedad mono-productora y rentista, el mayor o menor éxito de la economía, dependerá de la visión político-económica del gobernante de turno”.
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