Basta ya de tanta manipulación lacaya cubana, que, contrariando los supremos valores de nuestra soberanía, acechan para saquear a control remoto nuestra patria.
Hasta cuándo tanta discriminación laboral, pues todos los trabajadores del país, en caso de enfermedad o quebranto de salud, tienen que acudir y soportar las inclemencias de las degradantes instituciones de la salud pública, y como si fuera poco, estando enfermos o indispuestos por lo que sea, tienen que madrugar, coger número y hacer cola para tramitar el indispensable «Reposo Médico del IVSS», pues de lo contrario, está inmediatamente despedido o destituido de su empleo. Ejemplo de ello, todas las trabajadoras en estado de gravidez, y los «viejitos pensionados», quienes igualmente, tienen que madrugar y padecer para hacer cola y presentar su grotesca «fe de vida», tratándolos como si fuesen zombies, es decir, no les basta humillarlos y vejarlos con tal absurdo requerimiento, sino que llegan hasta violentarles sus sagrados derechos civiles y constitucionales de posesión de Estado.
Cómo es posible que el primer trabajador de la República se haga exámenes y tratamientos médicos tan costosos con cargo a la República, sin ningún tipo de justificación y evaluación médica; que no se haya presentado y tramitado su respectivo reposo médico; que hasta la presente fecha no se conozca su incapacidad o su enfermedad, pues cualquier trabajador enfermo por hemorroides, hernias, enfermedades venéreas, cistitis, padecimientos vaginales o lo que sea, tiene que enseñarlo a su patrono y hacerlo del conocimiento hasta del sindicato.
Exigimos que se les diga la verdad a los venezolanos y que no se engañe más a nuestro pueblo, sugerimos que viaje una comisión plural de la AN y de una Junta Médica mixta, para que informen debidamente a los ciudadanos que lo eligieron como Primer Mandatario. Pues Maduro no es médico, ni camillero, para que haga intrusismo profesional una vez más.
Hay un procedimiento constitucional previsto para garantizar la normalidad del país en un caso como este. Si el Presidente está impedido de ejercer sus funciones e igualmente está imposibilitado de juramentarse para el próximo período constitucional, para el que resultó electo, hay que declarar la ausencia absoluta por enfermedad. Una junta médica debe certificar la situación de salud del Jefe de Estado sin más demoras.
Ya está bueno de recursos dilatorios para definir esta situación. Nadie cree, por más que se esmeren los voceros oficiales en hacerlo ver, que Chávez aún da órdenes. El Presidente no ha aparecido desde el 11 de diciembre y lo único que sabemos es que fue sometido a una intervención quirúrgica que duró 6 horas, que fue una operación riesgosa, que ha estado delicado y que sufrió complicaciones respiratorias. Su estado es grave y su pronóstico también. ¿Para qué mantener al país en incertidumbre?
El pueblo está molesto porque fue engañado por su candidato, quien juró estar curado, que decía que trotaba y hacía piscinadas, más la cómica del Vicepresidente “Inmaduro”, quien llegó a divulgar en cadena nacional, que el Mandatario ausente, había conversado con él, luego de sus ejercicios matutinos, contradicho por el Ministro Villegas, quien informó que seguía delicado en terapia intensiva.
No se puede pedir confianza al país para la vocería oficial (Maduro-Arreaza-Villegas). Ya el Gobierno mintió bastante ocultando el real estado del Presidente desde el año 2011. Llegó la hora de la verdad.
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