Hoy más que nunca se evidencia la estrecha relación que existe entre Política y Economía en el país. Los diversos analistas que se aventuran hacer proyecciones sobre el porvenir económico de Venezuela en el 2013 lo hacen con cierto recelo, aunque sí coinciden en que el condicionante para una u otra proyección es la situación de la enfermedad del primer mandatario nacional. Así, junto a la sala de espera en la que se ha convertido el país, los análisis económicos se encuentran en vilo, tratando de proyectar escenarios con una variable fundamental sobre la que no se tiene información veraz.
Dentro de este contexto, hay una serie de factores sobre los que existe un aparente consenso en cuanto a medidas económicas. El primero, por ser el más obvio y a la vez el de mayor impacto, es la modificación del esquema cambiario, la cual puede adquirir diversas figuras que van desde una devaluación moderada hasta llegar a desmontar completamente el control existente. Lo que prevalezca dependerá del desarrollo de los acontecimientos políticos en las próximas semanas.
Junto al tema cambiario, la otra gran tarea por abordar desde el plano económico será la inflación. Más allá de las cifras oficiales, el ciudadano de a pie se da cuenta como cada día sus ingresos le rinden menos. Esta situación se agudizó durante el último trimestre de 2012, donde si bien en esa época del año suele haber un repunte de los precios, en estos últimos meses dicho aumento de los precios ha sido de gran magnitud. De nuevo la incertidumbre política, traducida en especulación, se unió con la mayor cantidad de dinero circulando, lo que ejerció presiones inflacionarias importantes.
Luego hay temas igualmente importantes, aunque menos sensibles para el ciudadano común, como son el déficit fiscal, la elevada dependencia en las importaciones, y los ingresos petroleros cada vez más insuficientes para sostener la economía nacional. La pregunta no es ya si estos temas deberán abordarse, la gran interrogante es cómo se abordarán. La economía venezolano está enferma, sobre eso todos los diagnósticos coinciden, lo que no se sabe con certeza es cuál será el tratamiento que se aplicará.