La cultura nacional no se escapa de los estragos del capitalismo, en el caso venezolano, con la dependencia estructural de los monopolios norteamericanos, el sistema cultural también fue penetrado dejando graves consecuencias para el desarrollo científico nacional, fueron muchos los intelectuales, técnicos, profesionales y expertos en el manejo de maquinarias de alta tecnología que emigraron precisamente hacia el mercado estadounidense, donde les ofrecían mejores ofertas laborales.
Pero según lo presenta en historiador venezolano Federico Brito Figueroa en Historia Económica y Social de Venezuela: Venezuela Contemporánea ¿País Colonial? (Tomo III), no es sencillo asimilar lo relacionado a “la fuga de cerebro”; es tan inquietante la dominación imperialista norteamericana, que el problema de “fuga de materia gris” ni siquiera es solamente a nivel latinoamericano, sino que es un inconveniente que afecta incluso a los países desarrollados de la Europa Occidental. La penetración imperial es de catástrofe mundial, se trata de un sistema arrollador, que alinea al más inteligente.
No solamente ocurre con la sustracción de científicos, también pasa lo mismo con los artistas, actores, y hoy en día es común en el deporte, donde son captados en el caso del béisbol, prospectos que una vez que firman un jugoso contrato de inmediato se les prohíbe jugar en nuestros países, incluso hasta de representarlo en competencia internacionales; tal es el caso por ejemplo la coyuntura que hoy se vive con respecto al Clásico Mundial de Béisbol, donde en el primero que se organizó en marzo del año 2006, fueron pocos los jugadores estrellas latinoamericanos que allí participaron, pues estaban concentrados en la próxima campaña del béisbol de las grandes ligas (que se juega en Estados Unidos); igual panorama se asoma en la próxima cita a jugarse el venidero mes de marzo.
Precisamente en este próximo clásico ya hay controversia sobre la participación de las máximas figuras del béisbol venezolano, que alegan estar atado a las cláusulas de contrato con las fundaciones de las Grandes Ligas de Estados Unidos. Tal como lo señala Brito Figueroa en el libro señalado anteriormente:
La inteligencia latinoamericana emigra atraída por el modo de vida norteamericano, la seudoneutralidad científica y, especialmente, los elevados sueldos que pagan las universidades y fundaciones de los Estados Unidos; sueldos elevados en relación a lo que es posible ganar en los países atrasados. Esas elevadas retribuciones están en conexión con el saqueo de los propios países de donde emigra la inteligencia… (Brito, F. F. (1996).
Historia Económica y Social de Venezuela. Venezuela Contemporánea ¿País Colonial? Tomo III Universidad Central de Venezuela. Pág. 881).
Quiere decir entonces, que no se trata de una retribución meritoria por su talento, sino que forma parte de un simple reconocimiento debido al saqueo que históricamente los monopolios de Estados Unidos le han asestado a estos países neocoloniales. Por su puesto, que esto no se ve directamente, se trata de una situación compleja, pero fácil de entender. Estos monopolios, que utilizando todos los instrumentos a su disposición para minimizar la importancia de las universidades, que son el sector más perjudicado por la exportación de inteligencia, liquidando “la estructura institucional de nuestros centros de altos estudios”.
Ha sido pues el análisis de los fundamentos más importantes de este libro de texto, que de la mano del insigne venezolano, historiador profesional como lo fue Federico Brito Figueroa, no fue sino un legado para el mundo de la academia, además de ser un llamado a la conciencia histórica, a la reflexión sobre la historia sociocultural de la Venezuela del siglo XX.