«No hablamos de otra cosa desde hace unos días. Nos importa saber qué ocurre con la juramentación», cuenta a la AFP Pablo Rincón sobre el debate constitucional en torno a la asunción del presidente Hugo Chávez, que saltó de la escena política a las calles en Caracas.
Este recepcionista de hotel en el acomodado barrio caraqueño de Chacao no se ha leído la Constitución, pero asegura tener muy claro lo que dice el artículo 231 de la Carta Magna sobre la asunción del mandatario, hospitalizado en Cuba.
«La Constitución dice que el presidente tiene que jurar el 10 de enero ante la Asamblea Nacional y si no puede tiene que hacerlo ante el Tribunal Supremo de Justicia» (TSJ), recita, casi parafraseando el artículo.
En opinión de Rincón, el gobierno ha dispuesto «unos artilugios legales para interpretar las leyes» a su manera y posponer la juramentación de Chávez, que fue reelecto por amplia mayoría el 7 de octubre para un tercer mandato de seis años.
«Lo que (los miembros del oficialismo) han hecho es legal», agrega, «pero ha faltado transparencia», a la hora de informar con precisión sobre la evolución de Chávez, que fue operado en La Habana el 11 de diciembre contra un cáncer por cuarta vez en 17 meses.
Las constantes apariciones de miembros del oficialismo y de la oposición en estos últimos días comentando en programas especiales de televisión varios artículos de la Constitución parecen haber contribuido a que los venezolanos también se formen su propia idea de lo que las leyes dicen.
Es el caso de Jamilé González, una estilista de 34 años que vio en la pequeña pantalla cómo el vicepresidente Nicolás Maduro y la procuradora general del Estado Cilia Flores explicaron, el sábado y el domingo respectivamente, lo que dice el artículo 231, así como el 233 y el 234 que tratan sobre la falta absoluta y temporal del presidente.
«Yo creo que le están dando un tiempito para ver si se recupera y puede seguir gobernando», cuenta esta mujer de piel oscura y pelo largo, que está leyendo en un diario gratuito los detalles sobre la aprobación de la prolongación del permiso especial concedido a Chávez por la Asamblea Nacional para que se trate en Cuba.
«Hay que ver si puede volver en pocos meses, porque las leyes no le permiten estar dos años recuperándose», puntualiza González.
Pero Vanesa Calvo, una camarera de 26 años, sostiene que el artículo 231 se refiere a «presidentes nuevos» y como Chávez ha sido reelegido por la mayoría del país, «tiene que haber flexibilidad para que se juramente ante el TSJ cuando se haya curado».
Calvo apoya la interpretación que hacen de las leyes los miembros del oficialismo, para quienes el 10 de enero será un día normal y de continuidad del gobierno en el poder, algo que esté miércoles avaló el TSJ.
Pero Matías Huerta, taxista de profesión cercano a los 60 años, considera que «el gobierno maneja la Constitución a su antojo».
«El presidente siempre lo ha dicho muy claro: dentro de la Constitución todo, fuera de la Constitución nada», dice Huerta, repitiendo una expresión muy utilizada por Chávez, que suele esgrimir en sus apariciones públicas un pequeño ejemplar de la Carta Magna.
Declarado chavista, este hombre teme que la salud del presidente sea más grave de lo que dice el gobierno «y por eso interpreten la Constitución para ganar tiempo».
«Pero lo que dice la Constitución es muy claro. Mañana (jueves) empieza un nuevo mandato y nuestro comandante no está aquí. Queremos que vuelva y asuma, pero si no puede habrá que convocar elecciones, como dice otro artículo», explica preocupado.
El artículo 233 establece que si se produce falta absoluta del presidente electo antes de tomar posesión, se celebrarán comicios en los siguientes 30 días.
«Entonces iremos a elecciones otra vez, pero tenemos que respetar la Constitución que todos votamos» por referéndum en 1999, declara.