El documental criollo más solicitado por los festivales internacionales en los últimos tiempos, llegará este viernes 11 de enero a las salas de cine de Barquisimeto para mostrar una historia que se ha colmado de los elogios de la crítica especializada.
El misterio de las lagunas (fragmentos andinos) es la más reciente producción del experimentado director cinematográfico Atahualpa Lichy, quien luego de 20 años regresó a la realización, ya que durante dos décadas había estado dedicado a coproducir importante películas extranjeras y a dirigir festivales de cortometrajes, entre otras labores relacionadas con el séptimo arte.
Fue en el 2011 cuando terminó este trabajo cuya gestación tardó tres años y es ahora cuando se exhibe en las salas de cine de Venezuela, ya que durante el 2012 estuvo siendo exhibido en 23 festivales internacionales.
Después de robarse los aplausos del público de Caracas, Maracaibo, Valencia y Maracay, la producción se estrenará este viernes en Cines Unidos del Centro Comercial Las Trinitarias, a donde el director asistirá para captar las impresiones de los cinéfilos amantes de los trabajos realizados en Venezuela.
Un abrazo a la cultura andina
Para crear El misterio de las lagunas, el director caraqueño decidió tomar los más diversos elementos de la cultura andina y así sorprender a los espectadores con historias contadas por sus mismos habitantes.
El mismo Atahualpa Lichy adelantó que la musicalización juega a favor de la película. “Todos los comentarios están cantados con textos que hemos hecho nosotros (…) hay mucha presencia de violines por ser el instrumento privilegiado de la región, acompañados de la voces de Cecilia Todd, Francisco Pacheco e Iván Pérez Rossy, entre otros intérpretes”, contó.
La mirada del director
-Es Atahualpa Lichy, un creador caraqueño, ¿por qué escogió precisamente esta región andina para mostrar su cultura?
-Desde niño iba con mi padre a Mérida a cazar mariposas porque él era entomólogo y después de muchos años regresé a esa ciudad para ser jurado de un festival de cortometrajes (…) en ese momento me di cuenta que vivían igual que décadas atrás, eso me motivó a hacer esta película, que es diferente a los documentales tradicionales.
-¿Cuáles fueron los valores específicos que quiso presentar en este trabajo?
-Que los andinos siempre tienen una bonita mirada ante la vida aunque les sea difícil; porque pese a vivir en los páramos con el frío y pocas comodidades, tiene la alegría de vivir y de trabajar con humor y confianza, con la amabilidad con la que siempre acogen a los turistas.
-¿Considera necesaria la realización de más trabajos que exalten las bondades culturales de Venezuela?
-Sería interesante, porque donde he presentado la película se me ha acercado gente de Anzoátegui, Falcón, Lara, comentándome que en esas regiones también hay tradiciones olvidadas (…) es importante que las personas rescaten sus valores y aunque nos gustaría no podemos filmar en todas partes, pero eso podría motivar a otros directores para seguir el trabajo.
-El cortometraje ha sido seleccionado en festivales de diferentes lugares del mundo, ¿cuál ha sido el más representativo?
-Uno va a muchos países y tiene recepciones diferentes, siempre depende del público. Pero me impresionó el Festival Busan International Film, de Corea, donde le cambiaron el nombre a la película y la titularon El canto de Los Andes, mostrando pasión por los paisajes y la música (…) en el Bafici de Buenos Aires también fue muy bonito porque la gente regresaba a ver la película, llevaban a familia y amigos.
-¿Cómo ve la situación del cine venezolano en la actualidad?
– Estamos en un muy buen momento. Desde hace varios años se veía que el cine venezolano estaba en un momento de búsqueda de nuevas formas de producción y realización; eso se vio primero en los cortometrajes y luego se ha cristalizado con una variedad muy grande de películas con temáticas diversas.
Atahualpa Lichy invitó al público a disfrutar de esta producción que ha ganado premios en diversos países y que ha sido aplaudida por niños y adultos que se le han acercado a agradecerle la oportunidad de viajar en el tiempo.
Fotos: Cortesía A. Lichy
