Quien es fiel en lo poco, será fiel en lo importante.
Los ciento cincuenta cofrades ya recibieron su recompensa: mientras devotos de todo el perímetro nacional suman esfuerzos para descansar por unos minutos frente a la venerada Excelsa Patrona, estos servidores parroquiales fueron convocados para custodiar la imagen sagrada durante todo el año.
Previo a la visita 157 de la Virgen a Barquisimeto, Santa Rosa es el centro de la devoción mariana y la Cofradía Divina Pastora enfrenta con amabilidad el agite del lugar.
Mantenerse en vilo para que el nicho no bambolee con el tacto de peregrinos; orientar en cuanto al itinerario de misas y confesiones; situar en el lugar indicado las ofrendas florales y alimentos donados en acción de gracias; asistir a quien presente síntomas de desmayo a propósito de la aglomeración, es parte de sus responsabilidades.
En este sentido, el trabajo del grupo es 100% logístico, acompañado por una profunda espiritualidad, entendiendo que su currículo descubre años de servio parroquial.
Centinelas de María
Faustino García, Omar López, Adalberto Guanipa y Carlos Suárez hablaron con reporteros del diario EL IMPULSO y dieron detalles del compromiso.
“Soy del estado Miranda, y desde que me vine a vivir a Barquisimeto asisto al santuario de Santa Rosa. Quedé cautivado por el pueblo, pero sobre todo por la experiencia de estar cerca de la Divina Pastora. El año pasado, cuando hicieron la convocatoria a los caballeros de los grupos de la Iglesia para que participaran en las primeras reuniones, decidí integrarme y desde ese momento me he sentido muy agradecido con Dios por llamarme a su servicio.
Todos los días vengo con ánimo a estar en presencia de Dios y a cuidar la imagen sagrada; para mí no es un trabajo cualquiera, de verdad ni siquiera tengo palabras para describir la experiencia de estar antes, durante y después de la procesión tan cerca de la Virgen”, dijo Faustino García.
En tanto, Omar López, conocido monaguillo e integrante del equipo de orden de la Catedral Metropolitana, aseguró: “Yo tengo mucho tiempo de servicio. Siempre he estado en la Catedral, y de vez en cuando voy a la iglesia San Pablo de la Cruz donde mi mamá y hermana forman parte de la Legión de María.
Debo estar atento a lo que el sacerdote necesite a la hora de celebrar las misas y cuando la Virgen nos visita, colaboro en la parte de orden y guía.
Es mucha gente la que siempre está alrededor de la imagen y debemos cuidarla; este año decidí integrarme a la Cofradía porque tengo el tiempo y me gusta mucho estar al servicio de la Iglesia”.
100% servidores
“Así como el Cuerpo tiene muchos miembros y sin embargo es solamente uno, así también fuimos bautizados en un solo Espíritu para conformar el Cuerpo de Cristo”, reza 1º de Corintios 12, 12-27.
El que canta, lee la Palabra, limpia, predica y misiona, cumple con un servicio importante en la Iglesia, sin distinción. Dios en el dueño de la mies, y los servidores parroquiales, los sarmientos.
Tal es el caso de Adalberto Guanipa, quien, desde hace años, está dedicado a la evangelización a través de la música y también forma parte de la Cofradía Divina Pastora.
“Al final somos servidores. No estoy cantando pero igual estoy a disposición de Dios. Me gusta mucho este trabajo logístico y es un privilegio poder estar en casi todas las misas aquí en Santa Rosa. La gente a veces se molesta cuando nos acercamos a decirles que se quiten la gorra porque están en un lugar santo o por otras cosas, sin embargo tratamos de ser lo más amable que podamos”.
Por su parte, Carlos Suárez aseguró en primera instancia que desde hace días, está mudado para Santa Rosa.
“Mi mamá me dice que me va a traer la cama para acá, pero la verdad es que me gusta estar aquí. Me gusta el servicio y es algo que no cambio por nada. Aunque vivo por el Hospital Antonio María Pineda, formo parte de la Pastoral Juvenil de Santa Rosa.
Este año me integré a la Cofradía y me ha gustado las guardias que me han tocado”.
El grupo coordinado por el vicario de la arquidiócesis de Barquisimeto, Owaldo Araque, tiene un cronograma de guardias y a partir del sábado 12 de enero, los 150 cofrades se incorporan a la faena mariana.
Vestido en cuenta regresiva
Este domingo, en el transcurso de la tarde, doña María Leonor Sosa de Jiménez entregó al presbítero Fidel González el atuendo que lucirá en la visita 157 a Barquisimeto la Excelsa Patrona. La misión está cumplida.
Es preciso mencionar que en la confección del vestido la señora María González se encargó de hacer el traje del Niño, la pechera y la blusa de la Virgen, entre otras cosas.
Sosa elaboró el resto del atuendo.
Traje icono
Así como el traje del 150º aniversario de la procesión de la Divina Pastora y el de la Misión Continental, este vestido representará el Año de la Fe, cuyo decreto papal será anunciado por monseñor Antonio López Castillo el próximo 14 de enero, para que sacerdotes y grupos parroquiales reflexionen en torno a los criterios establecidos por el Magisterio de la Iglesia católica.
Tarima en el arco principal
En tanto, ayer, después de las tres de la tarde, comenzó la instalación de la tarima donde el arzobispo de Barquisimeto presidirá la misa de envío.
Las vías de acceso para penetrar a sectores adyacentes serán dadas a conocer en los próximos días.
Café Vocacional Divina Pastora
Los jóvenes de la Pastoral arquidiocesana, en compañía de numerosos movimientos y apostolados, continúan en la Sala de Reconciliación de Santa Rosa. Hasta el 13 de enero diversos grupos de música desfilarán por el lugar. Testimonios y predicaciones también están en programación.
Llegan las donaciones
Se conoció que desde el domingo en la tarde comenzaron a llegar algunas donaciones de alimentos y medicinas. Mientras que el bono arquidiocesano se sigue vendiendo en el santuario.
Para cultivar la fe
El “Año de la Fe” fue convocado por el papa Benedicto XVI, en el 50 aniversario de la inauguración del Concilio Vaticano II. En su reciente carta apostólica Porta fidei, invita a cada creyente a “redescubrir los contenidos de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada”, contenidos que recordamos en la recitación del Credo.
Origen del credo católico
Durante los concilios ecuménicos de Nicea, en el 325 y Constantinopla, celebrado el 381, se enuncia el llamado Credo niceo-constantinopolitano.
Hay un segundo credo ampliamente conocido en la Iglesia y que lleva el nombre de credo de los apóstoles; este es más corto y recitado con más frecuencia por los cristianos católicos.
Fotos: Simón Alberto Orellana/ Ricardo Marapacuto/Daniel Arrieta
