La devoción se renueva y con ella las historias que se escuchan alrededor de la imagen de la Divina Pastora.
¿La novedad?, Dios hace nueva todas las cosas, y quien en 2012 descansó recién nacido bajo el amparo de la imagen sagrada, ahora da pasos firmes en fe; amor mariano que se transmite y madura conforme pasan los años.
La misma expresión de respeto y confianza, con testimonios de vidas diferentes.
Quien es testigo de la misericordia del Altísimo, a través de la intercesión de María, celebra los milagros del día a día desde todos los escenarios.
Canta, reza y es fiel a una tradición que siempre se pinta de colores distintos; ayer dieron gracias por la salud, hoy buscan consolación y, seguro mañana cantan de alegría al final de una celebración eucarística.
Desde el pasado 2 de enero, Santa Rosa es el lugar preferido de locales y visitantes, quienes disfrutan de un ambiente “divino”.
Quien suscribe recuerda el testimonio de doña Carmelina de Montilla, quien se acercó a la imagen en la medida que la cruel artritis le permitía:
“Madre, mi corazón se alegra de verte tan cerca. Conoces mi sufrir, pero no vengo a hablarte de mí, sino de mis hijos a quienes encomiendo con confianza a ti.
Tu dolor al ver tu hijo crucificado supera en dimensiones el mío, por eso prefiero confiarte mis cuatro tesoros que seguir batallando con sus malas decisiones.
Agradezco tu fidelidad y regreso a mi silla de ruedas con la fuerza que me da tu amistad”.
Manifestaciones de amor embellecen el nicho de una Virgen venerada por los católicos practicantes de una arquidiócesis activa, y que a partir del 14 de enero comenzará a meditar los criterios del año de la Fe; decreto papal anunciado en 2011 y que inció el 11 de octubre del 2012.
A continuación presentamos el respaldo gráfico de una jornada mariana que apenas comienza, y que este año recorra fuerza con la programación de actividades alternativas para el disfrute de la feligresía.
Sin embargo, estar a los pies del sagrario, siempre será prioridad para la Iglesia católica; Iglesia Cristocéntrica.
Fotos: Daniel Arrieta