A través del número telefónico 171 las personas pueden llamar para solicitar auxilio al momento de presentarse un incendio como recordó el teniente Amalio Terán, oficial de los Bomberos del municipio Iribarren.
“También pueden comunicarse a nuestras centrales telefónicas: 0251-2317475 y 2314475”, señaló.
Mencionó que cuentan con tres unidades para combatir los incendios, y en caso de contingencias cuentan con el apoyo del departamento de abastecimiento de la Alcaldía de Iribarren para camiones cisternas que provienen del llenadero de San Juan.
Desde el primero de enero hasta el domingo seis, contabilizaban seis incendios en terrenos baldíos, no sólo en los terrenos del Valle del Turbio.
“La causa principal de estos incendios es la quema sin permiso de basura”, indicó Terán.
Es bien sabido que el servicio de aseo urbano ha presentado dificultades, en particular en el municipio Palavecino, sin embargo, los habitantes de esa zona van hasta el terreno baldío más cercano, muchas veces en Barquisimeto y lejos de sus hogares.
Salud y ecosistema
El problema que se presenta no sólo afecta al ecosistema, sino a quienes viven cerca de dichos terrenos, porque el humo genera problemas respiratorios, más aún en niños asmáticos.
“El fuego se propaga con facilidad; puede causar daño a la persona que lo inicia, como también a las viviendas cercanas”, recalcó.
El oficial reseñó que durante el mes de diciembre observaron como los “globos del deseo” también causaron problemas de incendios, porque tienen una llama abierta que puede caer en cualquier espacio y causar una gran tragedia.
“Esperamos que para este 2013 se logre la prohibición de la utilización de estos globos, porque son causantes de incendios”, insistió.
En cuanto a incendios a diferentes estructuras (casas y/o locales), mencionó que se han presentado cuatro en los primeros días de enero, y uno de vehículo.
Consecuencias
Amalio Terán recordó que en la época de sequía también se producen incendios en zonas forestales, cuyo inicio puede ser algún vidrio en el lugar que se calienta por el sol.
La principal secuela es el de la erosión al desaparecer la capa vegetal, esta desprotección del suelo frente a la elevada erosividad de las lluvias provoca grandes pérdidas de suelo y nutrientes.
Asimismo, las altas temperaturas modifican la composición biológica y química del suelo.
Expertos ambientales señalan que el humo que se desprende de algunos de los desechos que se queman puede causar enfermedades respiratorias y alérgicas.
No es igual la quema de hojas que de basura, porque allí se pueden encontrar potes o materiales químicos que contaminarán el ambiente de forma irreversible.
Entre las sustancias químicas que se producen en la quema de desechos están el monóxido de carbono, dioxinas, plomo, mercurio, material en partículas, hidrocarburos aromáticos policíclicos, anhídrido sulfuroso, compuestos orgánicos volátiles y partículas de ceniza.
Prevenir, valorar y verter
Las dificultades para la eliminación de los desechos domiciliarios e industriales pueden ser superadas con políticas de reciclado.
Reciclar significa volver a usar como materia prima elementos utilizados y descartados para producir otros nuevos.
Esa tarea permite una sensible disminución de los residuos, a la vez que ahorra enormes cantidades de agua y energía. En países desarrollados, el proceso se facilita con la recolección selectiva de la basura, con papeleras específicas para papel, el vidrio y otros materiales son fácilmente reciclables. En Venezuela se ha impulsado el uso de estas técnicas, pero han quedado sólo en charlas, porque las papeleras de reciclaje al final no cumplen con el objetivo y quedan en desuso.
Los materiales reciclables, como los metales, papel, fármacos, cartón, vidrio, plástico o pilas cada vez se recuperan con mayor celeridad.
En países que fomentan el reciclado, cada día más ciudadanos separan los residuos en diferentes bolsas la basura. Una vez depositados en los correspondientes contenedores, se envían a plantas de clasificación y selección desde las que serán trasladados a las distintas fábricas para su reciclado.
Como explican los ambientalistas, el proceso óptimo para el tratamiento de residuos debería basarse en tres aspectos, enumerados por su importancia: Prevenir, valorar y verter.
Fotos: Daniel Arrieta/Haydeluz Cardozo