Pese a las frecuentes protestas llevadas a cabo por familias residenciadas en urbanizaciones adyacentes al Paseo Juan Guillermo Iribarren, al este de Barquisimeto, los actos vandálicos continúan su curso en este espacio construido para la sana recreación de niños y adultos.
Este paseo ha sido tomado por grupos de desadaptados sociales para armar sus rumbas callejeras, a las que suman música a niveles insoportables para el oído humano, provenientes de potentes equipos instalados en los vehículos en los que llegan a ese lugar.
Los actos inmorales, a la vista de todo el que transite por el sitio, también contribuyen con este tipo de hecho que se pone al margen de las normas de convivencia ciudadana.
Los moradores de la zona han manifestado públicamente que los fines de semana no pueden conciliar el sueño y así descansar luego de sus labores diarias, porque es justamente en esos días cuando los sujetos llegan y amanecen tomando licor con sus equipos encendidos.
Los intercambios de disparos también forman parte en medio del festín.
Las familias del lugar han dicho en reiteradas oportunidades temer que una bala entre a sus hogares con consecuencias luctuosas para ellos, en el entendido que la mayoría habita en apartamentos.
La situación se le ha salido de las manos a los cuerpos de seguridad, porque no se justifica que existiendo el Cuerpo de Policía de Lara, Guardia Nacional Bolivariana y más recientemente la Policía Nacional Bolivariana prevalezca el desorden y el vandalismo en un espacio destinado al esparcimiento familiar, y no al desorden público, indicó Freddy Linárez.
Precisó que si bien la Policía Regional y la Guardia Nacional hacen presencia en las noches, no actúan con la contundencia necesaria y aplican los rigores de la ley para de esta manera sentar un precedente contra esta barbarie, repudiada por la sociedad en general.
Por su parte, Ana Celicia Montes de Oca recordó que luego de la inauguración del Paseo Juan Guillermo Iribarren una importante cantidad de personas lo visitaba todas las noches, incluyendo los fines de semana, sin ningún tipo de problema, para contemplar la enorme fuente, situada al sur del paseo, cuya agua realizaba varios movimientos sincronizados con el ritmo de la música clásica que sonaba, conectada a un sistema que dejó de funcionar.
Lamentó que actualmente eso no sucede porque el vandalismo le quitó este hermoso espacio a las familias decentes de toda la ciudad de Barquisimeto y de quienes de otras regiones del país visitaban a la capital larense para disfrutar de este atractivo, hoy olvidado y abandonado por el gobierno local.
Otro de los problemas que se presenta es la obstrucción del libre tránsito vehicular por parte de quienes se instalan en el paseo y atraviesan los carros como les venga en gana, comentó.
Dijo que lo más reciente se trató del derribo de una papelera de hierro, la cual fue arrancada de sus bases, mientras bolsas de basura, que bien pudieron depositarse en este recipiente, fueron echadas en el piso.
