De todos los vertebrados terrestres que existen en la actualidad, las aves con sus más de 9 mil especies forman uno de los grupos de animales que prácticamente habitan todos los ecosistemas de nuestro planeta.
Los podemos encontrar desde los mares y desiertos hasta los bosques de montaña pasando por lagunas y selvas, hasta en sitios como lo las grandes ciudades, con todo y su contaminación y ruido.
Son organismos conspicuos, esto es, debido a sus colores, formas, tamaños y comportamiento podemos fácilmente observarlos por lo que siempre han llamado nuestra atención, además su capacidad de volar, imitada y jamás igualada en nuestros aviones así como sus cantos han testificado su importancia en nuestra sociedad.
Han sido y seguirán siendo un recurso importante para el desarrollo social y cultural de las naciones, tanto por los servicios ecológicos que brindan como la polinización, dispersión de semillas, control de plagas e indicadores ambientales; su valor para actividades recreativas y comerciales así como su papel en el arte, la educación, investigación, cultura y religión.
Ya sea formando parte de una leyenda o un cuento, en la música o en poemas, encontraremos sin lugar a dudas siempre una referencia a las aves. Esto las convierte en un grupo clave en el desarrollo de las ciencias biológicas.
Todos los años el 10 de enero, se celebra el Día Mundial de las Aves, con el objetivo dar a conocer estos hermosos animales de este modo resaltar la necesidad de conservarlos en nuestro entorno natural.
La idea es que el interés por las mismas anime a una mayor participación y apoyo a la conservación, dar a conocer las amenazas a las que se enfrentan las aves y las medidas de conservación necesarias para su supervivencia.
En el mundo
Las aves no conocen fronteras políticas, por lo que para su protección es necesaria la colaboración internacional. Entre los principales pasos que se están dando está la creación de Zonas de Especial Protección para las Aves, que constituye una red promovida por la Unión Europea.
Venezuela es el sexto país del mundo con mayor variedad de aves, con un total estimado de 1.384 de especies, de las cuales 48 son endémicas, 6 han sido introducidas por humanos y 34 son consideradas raras o accidentales.
Nuestro país posee un territorio extenso y con gran variedad de climas, por lo que presenta una gran lista de aves, algunas que se refugian en la frondosidad de la selva tropical y los Andes, otras en los Llanos, costas y lagos, incluyendo el Lago de Maracaibo.
Esto se debe a que la extensa geografía se traduce en nueve regiones naturales, que hacen del país uno de los más diversos geográficamente y que contribuye significativamente a la diversidad global.
Son 370 de las especies de animales existentes en Venezuela que se encuentran amenazadas a nivel mundial, mayoritariamente aves (130 especies). Seis de ellas, incluyendo dos aves, el águila arpía y el Cardenalito, que han sido incorporadas en los billetes venezolanos con las principales causas que los ponen peligro de extinción.
La Serranía del Perijá constituye una de las más altas prioridades para la conservación de aves en nuestro país, en especial por el número de especies amenazadas en la región
Por el ambiente
Las aves están perfectamente adaptadas para la vida en el aire, el agua y la tierra así como para rigurosos ambientes como lo pueden ser los desiertos y los hielos perpetuos. Una de estas adaptaciones es la forma y tamaño de pico; algunas aves como los colibríes se alimentan del néctar de las flores y al tomar con su largo y estrecho pico el néctar se impregnan de polen que llevan de una flor a otra polinizándolas cada vez que se alimenta.
Otra manera en que las aves juegan un papel ecológico importante es como dispersoras de semillas, las cuales al ser tragadas por las aves, son depositadas en sitios donde podrán germinar y en otros casos las semillas deben pasar por el estómago de las aves para romper la capa más externa que las cubre y así comenzar la germinación.
Un ejemplo, lo constituyen los pericos que se alimentan de frutos o semillas en un sitio diferente a donde duermen transportando de esta manera dichas semillas a otros lugares o como los tucanes que se alimentan principalmente de frutas y que al volar las sueltan al defecar.
Los gorriones con sus picos cónicos, cortos y con bordes afilados, les permiten sostener la semilla y abrirla con rápidos movimientos laterales de la mandíbula inferior. Un grado extremo de especialización lo presentan los piquituertos; éstos tienen el pico cruzado, forma ideal para extraer las semillas de las duras piñas de los pinos.
También se reconoce su importancia como controladores de plagas, desde insectos pequeños hasta ratones. Las aves rapaces, con sus afiladas uñas, picos fuertes y curvos les permiten cazar grandes presas, mientras que los búhos tienen altamente desarrollado su sentido del oído por lo que pueden fácilmente ubicar a sus presas en plena oscuridad.
Además de que algunas especies se alimentan de larvas de plagas que atacan cultivos por lo que sirven como “plaguicidas” naturales.
En el caso de los pájaros carpinteros sus hábitos de picar o taladrar madera les ha permitido servir también como controladores de plagas de insectos que se alimentan de la madera y que resultan perjudiciales para los bosques. Sus picos rectos y fuertes así como su lengua larga y protráctil les facilitan perforar y extraer de los troncos las larvas dañinas para la madera.
No hay que olvidar la importante labor de limpieza que desarrollan las aves, que con su sistema inmunológico altamente desarrollado, al consumir los animales en descomposición mantienen la salud del ecosistema, evitando la presencia de enfermedades. Su cabeza desnuda impide contraer infecciones cuando se alimenta de las vísceras de los cadáveres.
Es bien sabido que algunas especies de aves se utilizan para conocer el estado de salud que guardan algunos ecosistemas, por eso se dice que son indicadores de la calidad del ambiente, por ello su importancia en la naturaleza.
Su presencia o ausencia se encuentra estrechamente relacionada con la condición de los hábitats, pues muchas son sensibles a cambios mínimos en ellos. Gracias a que las aves son fáciles de observar y de registrar es que podemos saber entre otras cosas, si un sitio está contaminado.
Desafortunadamente la cacería furtiva, la tala de los bosques, los efectos de los contaminantes y la falta de conciencia del hombre al introducir fauna nociva, han llevado a muchas especies de aves a extinguirse o estar al borde de la desaparición.
Fotos: Simón Alberto Orellana / Archivo