Barquisimeto es una tierra de bendiciones, sin embargo, en algunas partes de la ciudad existen evidencias de la desidia oficial que desmejora la calidad de vida de los ciudadanos, además de opacar las bondades urbanas. Tal es el caso del centro, donde aún existen vías en pésimas condiciones, afectando el feliz tránsito automotor tanto de conductores particulares como de transportistas.
La carrera 18, por apenas mencionar un caso, es una muestra fehaciente del deplorable estado de la vialidad. Pocos metros de distancia separan a un gigantesco hueco del Edificio Buría, donde funciona la Zona Educativa del estado Lara. Ruta 6, 5, 21, entre otras, utilizan ese tramo para trasladarse hasta el oeste y, desde hace tres meses, sufren con el cráter.
En reiteradas oportunidades, el Sindicato Automotor de la región ha exhortado a las autoridades para que eliminen las calamitosas capas de asfalto, sólo que desatienden la solicitud del gremio. Cada vez son más los huecos, cada vez son más las incomodidades. “Los usuarios se quejan si desviamos los recorridos pero a veces es imposible circular por el centro: huecos y alcantarillas dañadas”.
En este sentido, es conveniente que la autoridad local retome de inmediato los operativos de bacheos a fin de mejorar por completo el rostro barquisimetano. La Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica) durante el 2012 ejecutó el plan Asfalto Parejo que, hasta finales del año pasado, todavía no llegaba a comunidades emblemáticas de las diferentes parroquias.
“Los huecos no tienen solución con este Gobierno; aparecen más daños en el pavimento demostrando que su tiempo útil terminó y ni siquiera así hacen algo provechoso por la ciudad. Desde el este, hasta las comunidades más retiradas, hay consecuencias de la falta de mantenimiento”, comentó un transeúnte, Jhoan Martínez.
Insalubridad
Si bien el Instituto Municipal del Aseo Urbano (Imaubar) tomó las previsiones y desde el mismo 1º de enero estaban las cuadrillas de limpiezas en las calles, al menos, en el casco central de Barquisimeto, lo que no se cumple todavía es la recolección de los desechos. Los montones bolsas de basura, reposan en las esquinas, frente a comercios y viviendas. La insalubridad igualmente afecta a algunas comunidades de la ciudad.
En la carrera 22 con calle 36, apenas uno de los tantos casos, hay un terrible ambiente de contaminación. De tantos días a la espera de los compactadores o camiones del aseo, los perros han hecho desastres con los desechos. Los vecinos del barrio San Juan y demás sectores vecinos, manifiestan su inconformidad con la irregularidad en el servicio.
En otros lugares, como los centros de salud pública, es necesario igualmente cumplir puntualmente con los días de recolección, de lo contrario, las condiciones de los pacientes empeorarían debido a lo insalubre del entorno, como sucede en los alrededores del Ambulatorio Rafael Vicente Andrade, ubicado en Barrio Unión.
En la ocuridad no estamos
A partir de las 6.30 de la tarde, empieza el terror en el centro de la ciudad, ante las fallas en varias luminarias, indispensables para los transeúntes y conductores de la zona.
En los alrededores de la Plaza San José, en la carrera 21 entre calles 21 y 22, así como en la carrera 17 con calle 22, la oscuridad toma por completo los tramos donde los ciudadanos caminan temerosos por la penosa delincuencia que afecta no sólo al centro sino al resto de sectores de Barquisimeto. En este sentido, vale la pena exhortar a Corpoelec y Alcaldía de Iribarren a fin de que unan esfuerzos y velen por la seguridad de todos, asegurando una mejor iluminación.
Fotos: Daniel Arrieta