El parque Andrés Eloy Blanco, en pleno centro de Sanare, que desde hace años no recibe el necesario mantenimiento por parte de la alcaldía, fue el escenario tomado la noche del jueves por integrantes de una banda de delincuentes para dar muerte a un rival, presuntamente por negarse a cancelar una deuda.
Fue en horas de la mañana cuando el prefecto del municipio, Isidro Piña, recibió una llamada telefónica informándole que en una de las caminerías del parque se encontraba el cuerpo sin vida de un hombre.
De inmediato lo notificó a la comisaría local de la Policía de Lara y al Cicpc en Barquisimeto desde donde enviaron una comisión de funcionarios para el respectivo procedimiento de identificación y levantamiento del cadáver.
Pero antes de que llegaran los funcionarios lo hicieron familiares de la víctima, identificándole como Yeison Antonio Rodríguez, de 19 años, el menor de cinco hermanos, quien residía en el sector La Arboleda, al este de Sanare.
El cadáver presentaba un orificio de bala en la cabeza, sin salida.
Al conocerse la noticia, desde diferentes puntos de la ciudad comenzaron a llegar al lugar los curiosos que debieron ser contenidos por los uniformados policiales y de la Guardia Nacional que tomaron el sector.
Entre los familiares se encontraba Belkis Rodríguez, la progenitora de Yeison Antonio, quien, en medio de su dolor, dijo que su hijo no trabajaba ni estudiaba y que lo vio por última vez la noche del jueves.
En ese momento, al informarle que “iba a dar una vuelta”, le sugirió no salir por los peligros que están presentes en la calle en horas de la noche.
Se acostó preocupada, y con razón pues en la mañana le dieron la mala noticia de que lo habían matado.
¿Deuda de drogas?
Aunque los familiares se abstuvieron de hacer más comentarios sobre Yeison Antonio Rodríguez, de manera extraoficial se pudo conocer que la noche del jueves el joven se encontraba en un cyber y llegaron dos sujetos, aparentemente conocidos, y tras exigirle le pagaran lo que les debía, presuntamente por unos estupefacientes, se lo llevaron con destino desconocido.
¿Vas a pagar o no?, le habría dicho uno de los individuos y se lo llevaron, aunque no se precisó si lo hicieron caminando o en algún vehículo.
De acuerdo a la rigidez del cuerpo en horas de la mañana se calcula que la muerte ocurrió a las diez de la noche, aproximadamente.
Se presume que los delincuentes, quienes tienen el abandonado parque Andrés Eloy Blanco como su sitio de reuniones o escondite durante las noches, aprovechando la nula vigilancia y la oscuridad, llevaron al joven hasta el sitio donde le dispararon a corta distancia.
También de manera extraoficial se pudo conocer que los presuntos autores del homicidio son apodados “El Perrito” y “El Walter”.
El primero de ellos estuvo recluido en el albergue de menores de El Manzano, en Barquisimeto, pero ya había cumplido 18 años.
Según alguien que conocía a Jeison, en varias oportunidades fueron vistos los tres juntos por lo que se presume que fueron amigos, hasta que la deuda por alguna droga los enemistó.
El Cicpc comenzó las investigaciones tratando de ubicar a “El Perrito” y “El Walter” en los sectores donde se movilizan en Sanare.
Los dos hechos de sangre ocurridos en Sanare durante los primeros días del 2013 hacen presumir el surgimiento de una especie de guerra entre pandillas que operan en Sanare.
El prefecto Isidro Piña dijo que es lógica la preocupación de las comunidades, sobre todo porque existen sospechas de que en estos sucesos han estado involucrados individuos ligados al tráfico de estupefacientes.
Indicó que desde la prefectura se mantienen alertas y se hará todo lo posible, conjuntamente con las autoridades policiales y la Guardia Nacional, para impedir que en Sanare se incremente la violencia armada que puede afectar a la mayoría de la población que es completamente sana. HJB
Fotos: Simón Alberto Orellana