Tras un largo período de desidia, la Casa Grande de los Barquisimetanos cobró vida en 2012 luego de un amplio proceso de restauración que comenzó a gestarse a partir del 27 de febrero, cuando a propósito de la Providencia Administrativa del Instituto de Patrimonio Cultural Nº 066 suscrita en la gaceta 39.871, el recinto pasó a manos del Ministerio para la Cultura a través del Instituto de las Artes de la Imagen y el Espacio (Iartes). Feneció de ese modo la Fundación Museo de Barquisimeto (Fundamuseo) y nació una entidad bajo el amparo del Estado que se responsabilizó por los trabajadores y el cúmulo de deudas existentes hasta la fecha.
La ordenanza comprendió la total restauración de los diferentes espacios y salas del Museo así como de la Capilla San Miguel. Igualmente, fueron auditadas las diversas colecciones que atesora la institución.
Vale recordar que el recinto, además de ser tutelado por el Gobierno central en 2012, arribó a sus 30 años de vida con un nuevo rostro. Como es conocido, el Museo de Barquisimeto fue inaugurado por Luis Herrera Campins en julio de 1982.
Remozamiento
Apenas fue promulgada la Providencia en gaceta oficial, personal del Iartes comenzó un acelerado proceso de remozamiento que estuvo bajo la coordinación de la ex directora de la Galería de Arte Nacional (GAN), Roma Sarmiento, quien sirvió de directora general de intervención de Custodios Patrimoniales del Iartes.
Para mayo del año pasado y en entrevista concedida a este rotativo, Sarmiento se refirió al estado del museo, advirtiendo que el inmueble no se encontraba en condiciones para abrigar muestras expositivas.
En ese sentido, se diseñó un plan operativo a fin de reacondicionar todo el edificio. El Ministerio para la Cultura a través del Iartes asumió el compromiso y en consecuencia reparó paredes, impermeabilizó techos, acondicionó los baños y el auditorio, creó un café, varias salas taller, inauguró una tienda de la Red de Arte y cobijó la sede de la Librerías del Sur.
El mejoramiento de la Casa Grande comprendió igualmente rehabilitación de las tuberías de agua, sustitución del cableado y fluorescentes, reparación de puertas y ventanas, acondicionamiento de los jardines y fundación de la Sala de Atención al Creador.
En sólo tres meses se cumplió con esa primera fase del operativo, siendo las salas expositivas las áreas más difíciles de subsanar debido a las poderosas filtraciones. El friso fue restaurado en su totalidad, el personal encargado no sólo pintó las paredes, sino que realizó un trabajo profundo.
En dicha oportunidad conocimos que las diferentes colecciones que atesora el museo se encontraban en buen estado en un 98%, esto lo verificó un grupo de conservadores y registradores del Iartes y de la Fundación Museos Nacionales, el cual efectuó un acucioso inventario.
Más de 100 personas trabajaron en el remozamiento de la primera institución cultural de la región. El Ministerio para la Cultura invirtió más de cuatro millones de bolívares en el rescate del museo.
Inauguración
El 30 de mayo y en ocasión de la Octava Feria Internacional del Libro de Venezuela, capítulo Lara (Filven), se realizó la reapertura del Museo de Barquisimeto ante la presencia de Pedro Calzadilla, ministro de Cultura, autoridades, creadores, propios y visitantes. Desde entonces la Casa Grande de los Barquisimetanos se colmó de vida. La remozada institución, con muestras en cada una de sus salas, salió del letargo para hacerse sentir en el corazón de la ciudad.
En dicha oportunidad, zanqueros, estatuas vivientes y malabaristas deleitaron a los presentes. “Esta Casa Grande es, sin duda alguna, para un pueblo grande, es la casa que se merece este pueblo noble. Le resta a los cultores apropiarse del espacio y hacerlo suyo, cuidarlo y preservarlo”, mencionó Calzadilla en el discurso de reapertura.
Más de 30 stands de libros fueron desplegados en el recinto a propósito de la feria. Los concurrentes adquirieron libros a partir de un bolívar.
Fotos: Archivo
