La cúpula del gobierno venezolano cierra filas a 6 días de la juramentación prevista del presidente Hugo Chávez, que sufre de una «severa infección pulmonar», 24 días después de su cuarta operación de cáncer en La Habana.
Tras regresar de la capital cubana el jueves, el vicepresidente Nicolás Maduro y el presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello atacaron a medios internacionales por una supuesta tentativa de desestabilización del país y a la oposición por ser el orígen de «todas las campañas de rumores malsanos».
El gobierno venezolano denunció en un comunicado una «guerra psicológica» que «el entramado mediático transnacional» desató sobre la salud de Chávez con el fin de «desestabilizar» el país y «desconocer la voluntad popular expresada en las elecciones presidenciales» de 2012.
Maduro y Cabello, que por sus funciones serían los llamados a reemplazar interinamente a Chávez en momentos diferentes según la Constitución para convocar a elecciones presidenciales en 30 días, se mostraron unidos y atacaron al diario ABC de España, que escribió sobre una supuesta lucha de poder entre los dos.
Sin embargo, a pesar de la gravedad del estado de salud de Chávez, ninguno de los dos hombres fuertes del chavismo se refirieron a qué es lo que ocurrirá el 10 de enero, cuando constitucionalmente termina el segundo mandato del presidente Chávez y comienza su tercero, para el que fue reelecto el 7 de octubre con 55% de los votos
Chávez sufre una severa infección pulmonar, según el gobierno, lo que especialistas consideran como un avatar corriente y a menudo fatal para los enfermos de cáncer.
«Hasta un 50% de los decesos de enfermos afectados de tumores sólidos es provocado directamente o indirectamente por infecciones», según una presentación del Doctor Thierry Berghmans, del hospital Instituto Jules Bordet de Bruselas.
La Asamblea Nacional, con un 40% de diputados opositores, iniciará sus sesiones este sábado y debe elegir a su presidente, quien en caso de que Chávez no pueda reasumir debería ocupar la presidencia interina para convocar a elecciones.
Los analistas anticipan que será reelecto Cabello, de 49 años, un ex teniente que participó en la intentona fallida de Chávez en 1992 y es el actual número dos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV-oficialista). De no ser así, dijo a la AFP Luis Vicente León de la encuestadora Datanálisis, quedaría en evidencia una divisíón en el oficialismo
Sin embargo, antes de partir a La Habana para operarse, Chávez estableció que en caso de que quede inhabilitado para ejercer la presidencia, quien debe asumir es el vicepresidente y canciller Maduro, 50 años, a quien consagró también como el candidato del PSUV a la presidencia en caso de que haya que convocar a elecciones y Cabello aceptó esa decisión.
Nombrado por Chávez vicepresidente tras las elecciones de octubre pasado, Maduro, un ex sindicalista del Metro de Caracas y conductor de metrobús, adhirió al Movimiento V República fundado por Chávez después de que fuera indultado, ocupó la presidencia de la Asamblea Nacional y desde 2006 desempeña como ministro de Relaciones Exteriores.
Cabello, considerado como un chavista de línea dura, reafirmó esta reputación el jueves cuando reiteró que «con esta oposición (…) no hay conciliación posible».
Maduro es considerado como un político de diálogo, más flexible y pragmático.
El comunicado del gobierno de anoche afirma que los propósitos de desestabilización «chocan con la férrea unidad del gobierno bolivariano, el pueblo organizado y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana».
Con respecto a lo que pueda ocurrir el 10 de enero, Cabello había afirmado la semana pasada que esa fecha es postergable y Chávez podría asumir su nuevo período de gobierno más adelante ante el Tribunal Supremo de Justicia.
En la misma línea, el vicepresidente de la Asamblea y miembro de la dirección nacional del PSUV, Aristóbulo Istúriz, estimó el jueves que «si el presidente no se puede juramentar (el día 10), debe mantenerse como presidente hasta el momento en que se establezcan los mecanismos para la juramentación».
Pero, para la oposición, «el 10 de enero comienza un nuevo período constitucional, si el presidente se presenta, se presentó. Si el presidente no se presenta, corresponde al presidente de la Asamblea Nacional asumir como encargado la presidencia de la República transitoriamente, como dice la Constitución», dijo el miércoles el secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, Ramón Guillermo Aveledo.
Sin embargo, el candidato derrotado por Chávez en las presidenciales de octubre, Henrique Capriles, el más probable rival de Maduro, aceptó una eventual postergación de la juramentación de Chávez.
Aveledo dijo además que si Chávez no acude a su juramentación se debe declarar su «falta temporal» y si fuera necesario la «falta absoluta», que se aplica, entre otros, en supuestos de renuncia, muerte o de incapacidad física permanente, que debe ser dictaminada por una junta médica.
La Constitución dicta que si se declarara la falta absoluta del presidente se deben celebrar nuevas elecciones en 30 días.