Psicólogos han estudiado el comportamiento de los seres humanos cuando cada año se comprometen a cambiar ciertos aspectos de su vida y establecer metas para cumplirlas a partir del mes de enero, sin embargo, comprobaron que entre el día 8 y 15 del primer mes del año un 80% de las promesas quedaron en el olvido.
Lo recomendable es hacer metas para cumplirlas mes a mes, porque cuando se establece como período un año pasa el tiempo y nunca comienzan.
Entre los consejos de los expertos se encuentra escribir cada uno de los propósitos, los cuales deben ser específicos, es decir, no sólo colocar “ser feliz”, sino qué lo hace feliz y la manera de conseguirlo.
Otro punto es que deben ser realistas, porque si colocan bajar 10 kilos en un mes eso llevará a un fracaso y consecuente decepción.
Si es posible, para enfocarse en dos o tres objetivos, para así poder cumplirlos y no desviar las energías en varios propósitos
Una larga lista solo logrará hacerle sentir abrumado, mejor piense que habrá tiempo de cumplir todos los propósitos que tenga en mente los siguientes meses.
Por último, debe llevar un registro de su progreso, bien sea con el peso, dejar de fumar, ser positivo o mejorar en la alimentación. Para ello puede usar una agenda, diario o un calendario en donde se tachen los días de trabajo, y así tener una mayor motivación.
La desmotivación proviene de la poca confianza en sí mismo, lo cual provoca que no se establezca un objetivo claro a cumplir, situación que desemboca en no poder elaborar una estrategia para cumplirlo.
Las “obligaciones” más populares que uno se impone en Año Nuevo son: dejar de fumar (27%), perder peso (24%) y comer de forma más sana (16%).
Hacer ejercicios
Más que perder peso, el objetivo debe ser cambiar el estilo de vida, porque de esa manera los resultados serán prolongados en el tiempo y la buena salud estará presente en el individuo.
De allí que los planes se hagan a corto plazo para no perder la motivación, pero siempre con miras en proyecto duradero, de manera que cada aspecto de la vida mejore.
Para ello se deben establecer cuáles son las razones para hacer actividad física y comer de manera saludable.
Los estudios sobre el tema establecen que el motivo principal es bajar de peso o normalizar los valores sanguíneos que puedan tener algún tipo de tratorno.
Luego, con el tiempo, el sostener un plan alimentario saludable, junto con actividad física, deja de ser motivo para bajar de peso y se transforma en un estilo de vida el cual promueve la prevención de enfermedades asociadas al sedentarismo y malos hábitos alimentarios.
Es por ello que se debe trabajar día a día con la idea de tener un cuerpo y una mente saludable, ofreciendo un aporte de todos los nutrientes necesarios, para así evitar la hipertensión, colesterol alto, diabetes, y cardiopatías asociadas al sedentarismo y mala alimentación.
Los beneficios de realizar actividad física de manera regular y alimentarse de forma saludable son:
* Mejora el humor: El ejercicio libera hormonas que ayudan a combatir el estrés, mejorando el humor y el autoestima.
* Retrasa los efectos del envejecimiento: el hidratarse correctamente y consumir alimentos nutritivos, permite un buen funcionamiento corporal, de manera que el organismo elimite las sustancias que producen el envejecimiento.
* Incrementa la masa muscular: La masa muscular es más activa que la masa grasa, por lo que incrementa el metabolismo.
* Duerme mejor: El ejercicio ayuda a regular el reloj biológico, lo que permite que se puede descansar mejor de noche.
* Hace nuevas amistades: Bien sea en el gimnasio o en las caminatas diarias, habrá personas con quienes compartir el entrenamiento, lo que crearía nuevas amistades.
* Se sentirá más joven y con más energía: El mantener un estado físico en forma le hará sentir más activo y liviano, de manera que podrá tener libertad para realizar cualquier tipo de actividad que se proponga.
Alimentación sana
Comer es uno de los placeres de la vida, y cada vez que sea posible las personas comen lo que le gusta y evita los que no les causa placer al paladar.
Los estudios muestran que el hecho de comer los alimentos preferidos puede estimular la liberación de endorfinas, hormonas que mejoran el estado de ánimo.
Sin embargo, el hecho de que una comida resulte atractiva no sólo está relacionado con sus propiedades orgánicas, también depende de cuánta hambre se tenga, de las experiencias previas con ese alimento y las circunstancias sociales en las que se consume.
En otras palabras, lo que hace sentir bien es consumir el tipo de alimento apropiado, en el momento justo y en la compañía deseada.
Entre los hábitos que conducen a la obesidad se destaca el consumo de grandes cantidades de la denominada comida chatarra: muchas grasas y azúcares, hamburguesas, tocino con huevos, helados, gaseosas, papas fritas, entre otras.
Si bien la obesidad se da con mucha frecuencia en los países desarrollados, entidades como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advierten del crecimiento en sociedades más pobres, como consecuencia de una dieta desbalanceada.
Evitar la tentación
No hay duda de que el sabor de un alimento y el placer de comer pueden mejorar el estado anímico y bienestar. Sin embargo, el potente efecto positivo derivado de comer alimentos que gustan pero que no se deben comer puede verse disminuido por los sentimientos de culpa.
«Lo más importante es que nos olvidemos de los sentimientos de culpa relacionados con la alimentación. Para esto, debemos desarrollar una relación sana con la comida y unos hábitos alimentarios realistas y saludables. Esto puede incluir formas de administrar el consumo de nuestras comidas favoritas para aumentar el placer sin incurrir en excesos», dice el libro “Efectos de los carbohidratos”, de Reid & Hammersley.
Asimismo, es prioritario dar un lugar de importancia al momento de la comida, en el que además de una necesidad biológica se satisfagan la necesidad de encuentro con los afectos, de diálogo y comunicación.
Cuando las condiciones de vida no permitan hacer un alto varias veces al día para sentarse en torno a una mesa y compartir el ritual de la comida compartida, es preferible elegir al menos uno para respetarlo y repetirlo diariamente.
De ese modo, el acto de comer con otros constituirá efectivamente un ritual que transformará el mero acto mecánico de la ingesta en un momento en el que placer y salud se encuentren a través de la alimentación.
Transformar al comer en un momento de alegría, creatividad y placer no es difícil. Sólo es necesaria una férrea convicción, algo de buena información y el deseo de mejorar nuestra calidad de vida.
Dejar de fumar
Otra de las promesas de año nuevo que se repiten con insistencia es dejar de fumar, para ello, lo primordial es que la persona entienda e internalice que este hábito perjudica de forma directa su salud.
La toma de conciencia y el cambio de actitud servirá para fortalecer la voluntad, así como escuchar todas las consecuencias del tabaquismo en la salud, con ello puede hacer una lista con todas las razones en contra y a favor de fumar.
En Barquisimeto existen varios centros públicos y privados con la consulta antitabáquica, donde le pueden ayudar con técnicas y fármacos al momento de tomar la decisión de cuidar la salud.
Aunque existe el mito de que la persona fumadora empieza a engordar cuando deja de fumar, esto es falso, porque si mantiene una alimentación equilibrada evitará el riesgo de ganar de peso, así más bien reforzará su voluntad de llevar una vida sana.
El siguiente consejo es dormir bien, lo cual le ayudará a relajarse y recuperar la tensión que le produce las ganas de fumar.
Si tiene problemas en conciliar el sueño procure caminar un par de horas antes de dormir, darse un baño caliente y así disminuir la tensión.
Como persona fumadora, conoce cuáles son los momentos lo llevan a fumar más, por eso debe evitar esos lugares o situaciones, al igual que el estrés, motivador principal del hábito del tabaquismo.
Muévase
Es necesario que inicie un programa de ejercicios acorde con su edad y forma física, además de tomar un mínimo de dos litros de agua cada día.
Recuerde que dejar de fumar es un regalo para usted, su cuerpo, su familia y sus compañeros de trabajo.
Cuando tenga el deseo de fumar trate de dominar ese impulso, si pasan los primeros cinco minutos puede ganar la batalla. Si tiene buena forma física puede hacer 30 flexiones, darse una ducha o hacer cualquier otra actividad que lo disuada de fumar.
Sea paciente
Los primeros días son los más difíciles, por ello debe recordar que cada día que supere sin fumar piense que habrá ganado una batalla importante. Póngase como meta firme e irrenunciable dejar de fumar los primeros cinco días. Verá como tras unos primeros momentos difíciles, le resultará más fácil conforme avance el tiempo.
Consulte a su médico si opta por tomar algún medicamento, no se automedique porque podría ser contraproducente.
Por último, aprenda a relajarse con sencillos métodos de respiración que pueden ser útiles para ayudarle a dejar de fumar y a superar impulsos.
Ser positivo
Mantener pensamientos negativos genera angustia, estrés que enferma al organismo con taquicardias, hipertensión, accidentes cerebrovasculares, entre otras patologías que pueden potenciarse debido a la persistencia de querer ver más fracasos que éxitos en el quehacer diario.
La forma de pensar es clave, porque tener pensamientos positivos en cada momento ofrece una ventaja fundamental para lograr el éxito y dejar atrás los fracasos, para ello se debe evitar gente negativa y ambientes nocivos. Usted es lo que piensa.
Un ejercicio que recomiendan es pensar lo contrario cuando sobreviene un pensamiento negativo.
Es el primer reto, la «gimnasia mental» de cada día: el pensamiento opuesto.
Debe establecerse un plazo para la formación de hábitos, para lo cual no bastará dos días, sino al menos tres semanas para hacer este ejercicio mental.
La técnica del pensamiento opuesto es útil para librar a la mente de las preocupaciones e influencias negativas si logran convertirla en un hábito.
El control mental y la toma de conciencia de la gran cantidad de pensamientos negativos que podemos llegar a tener es un gran primer paso.
Actuar en vez de pensar
Decida sus propios sueños y objetivos. Sea concreto a la hora de fijar sus objetivos. Por ejemplo no diga: «me gustaría empezar a hacer ejercicio este mes» sino «voy a empezar a hacer ejercicio este mes». Para ello lo mejor es hacer un plan meticuloso y cumplirlo.
Después se debe pasar a la acción para hacerlos realidad y ejecutar el plan sin vacilar. Para continuar con el ejemplo anterior lo ideal es salir a comprar la ropa de deporte, inscribirse en un gimnasio o hacer un grupo para ejercitarse a diario y controlar el rendimiento creciente durante las dos primeras semanas.
Sea persistente, trabaje duro en mantener su objetivo y luchar por él. No se rinda.
Aprenda a analizar los detalles. Obtenga todos los hechos, pida todos los datos, todas las variables claves, esto le ayudará a tomar las decisiones más sabias. Aprenda de sus errores sin decaer.
Centre su tiempo, dinero, atención y energía en ello, sin dejar que nadie le distraiga.
No tema ser innovador, más bien sea diferente, tenga ideas propias, casi nunca lo mejor es seguir a la multitud.
Otra recomendación para cambiar los pensamientos negativos es comunicarse con las personas de forma efectiva y sincera, para ello debe practicar el entendimiento y la motivación con la gente.
Por último, actúe con honradez, tome responsabilidad de sus actitudes, sin trampas ni mentiras, más bien enfocado en el cumplimiento de las promesas y admitiendo los errores cometidos.
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