Los 109 años de EL IMPULSO
Un proverbio popular expresa: “Para verdades el tiempo… para sabiduría Dios”. Es fácil pronunciar 109 años; lo difícil es recorrerlos forjándolos en el crisol de la dignidad, trabajo creador e, impregnar de probidad a cada uno de los segundos que comprende ese lapso. La dinastía de la familia Carmona ha sabido cincelar, palmo a palmo, a cada uno de los que han ofrendado sus vidas al crecimiento del Decano de la Prensa Nacional… el diario EL IMPULSO.
Catorce años antes de su fundación, el pionero innovador Don Federico Carmona, fundó la primera imprenta, en lo que, para aquel entonces, era un puerto seco para los estados de la región centro occidental, la prospera ciudad de Carora; amplia encrucijada comercial de muchos productos, sobre todo agropecuarios, en su camino al mar vía la población de Coro, de donde se importaba sal y mercancías extranjeras corrientes, por un lado y, en cuyo trayecto se tardaba cuatro días, y por el otro con la ciudad de Barquisimeto a la cual se tardaba dos días para recorrer la distancia que los separaba y qué, comenzó a desplazar a Carora, cuando fue unida, por vía terrestre, en el año 1.894 con el puerto de Tucacas por el ferrocarril Bolívar.
El primero de enero del año 1904, cuando se gestaba la dictadura del mal llamado Benemérito, Juan Vicente Gómez, circuló la primera edición de EL IMPULSO y el inerte papel se bañó con la tinta buena que tomó forma de escritura bajo la sapiencia de la mente docta y ágil que trazó el largo camino de este prestigioso diario cuando dio forma a las letras para que fuese publicado aquel mensaje:“Bajo el doble y halagüeño auspicio de la paz que se afianza y un año que se inicia, damos nosotros comienzo a la vida del periodismo diario en este heroico e importante distrito…”
Barquisimeto le adoptó el 10 de noviembre de 1919 y le cobijó en su seno haciéndole crecer fuerte y gallardo mientras los muchachos que egresaron como bachilleres del Colegio La Salle se preparaban para después pedir la creación de la “Universidad Lisandro Alvarado”. Era el año 1925 cuando don Federico Carmona colocó la piedra fundacional de la sede propia del diario. Desde entonces, mucha agua ha corrido por el cauce del Rio Turbio y, “El Impulso” se consolidó como parte del gentilicio larense llegando a nuestros hogares para acompañarnos a tomar el cafecito madrugador antes de emprender la jornada que construye a la Patria Grande.
Es una organización de indiscutible tradición; arraigada en el pueblo que aprendió a leer convirtiendo sus páginas en libros primarios y donde se ha formado una nómina invaluable de excelentes periodistas a quienes no nos atrevemos a nombrar por temor de obviar a algunos de ellos. El diario es una “Escuela de Periodismo” que va más allá de sus rotativas; la profundidad, multiplicidad y adaptabilidad de los conocimientos de sus integrantes y, la aplicación de las tecnologías, programas y sistemas operativos de última generación hacen del diario… “La Universidad del Periodismo”. Prueba fehaciente del logro de la eficacia y eficiencia de la empresa privada cuando utiliza sus fortalezas para enfrentar los retos y las dificultades impuestos por la cotidianidad y las circunstancias externas, más aún, cuando vivimos en una época donde la noticia, en algunas ocasiones y como consecuencia del uso horario, se propaga antes de que suceda… en tiempo local.
El espíritu de servicio de la Junta Directiva y del personal del diario EL IMPULSO queda demostrado con el apoyo que le ha prestado a la Red de Instituciones Larenses; demostrando a su vez la imparcialidad en sus actividades, más allá de la noticia por qué, la Red como la «institución de instituciones” que es, ha confirmado fehacientemente en sus actividades, el respeto irrestricto, a la pluralidad del pensamiento de sus integrantes. Magnificándose nuestro agradecimiento a la Dinastía Carmona por la participación activa, altruista e imprescindible de la Dra. Beatriz Elena García Carmona… forjadora de la nuestra organización.
La satisfacción del pueblo larenses por tener en su terruño a EL IMPULSO debe ser el orgullo eterno para la familia que ha sabido valorar el esfuerzo de permanecer entre nosotros; que ha sabido crecer en la bonanza y mantenerse firme ante las adversidades, por lo tanto, a la Junta Directiva y a todo su personal les decimos: “Es nuestro el inmenso deseo por vuestro bienestar y éxitos” ¡Felicidades en este nuevo aniversario!