Más de 200 personas de buen corazón, organizaron una jornada de humanización para la misma cantidad de indigentes de Barquisimeto, como parte de las actividades de la Fundación Proclamación SG.
Así lo indicó el pastor Livingstone Guzmán, de la Iglesia Catedral Proclamación, quien mencionó que desde hace dos años realizan este tipo de actividad cada seis meses.
Fueron 12 unidades que recogieron a las personas de la calle de diferentes puntos de la ciudad, y fueron llevadas a la sede de la Iglesia Proclamación, donde eran recibidos en la primera estación con un abrazo.
“Estas personas sienten rechazo a diario, por eso se sorprenden y no esperan ser abrazadas y asistidas por desconocidos, pero tenemos que hacer como nos enseñó Jesucristo: amar al prójimo como a nosotros mismos”, dijo Guzmán.
Contaron además con la colaboración de una unidad de la Policía Municipal.
Guzmán indicó que esta actividad no es religiosa, puesto que cualquier persona podía participar en el apoyo a la causa, sin importar sus creencias, puesto que la Fundación fue creada para la ayuda a los más necesitados.
“De hecho hace algunas semanas estuvimos en el Barrio Las Sábilas, donde entregamos regalos a los niños y obsequiamos 3000 biblias. Allí permanecimos hasta las 12 de la noche”, agregó.
Misericordia y compasión
El pastor Guzmán indicó que fue un día de misericordia y compasión, para que el indigente salga renovado, y reciban el año limpios, con ropas y zapatos nuevos.
Se les entregaron cotufas y avena mientras escuchaban el motivo de la jornada.
Despues del recibimiento, los indigentes podían bañarse, y sus ropas sucias y viejas eran cambiadas por otras en buen estado.
Luego se les hizo manicure y pedicure, así como corte de cabello y afeitado de barba para los hombres. A las mujeres incluso se les secó y planchó el cabello.
Fueron vistos por cinco especialistas médicos, y para quienes fuese necesario se les entregó el tratamiento médico completo.
Tres psicólogos conversaron con cada uno de los indigentes, para conocer sus angustias y procurar que no vuelvan a la calle, sino que cambien su vida para siempre.
Para finalizar la mañana, hicieron un compartir con un gran sanchocho que prepararon en leña, acompañado de unas arepas, comida que gustosos aceptaron las personas de la calle asistidas.
Fotos: Ricardo Marapacuto