El día 28 de diciembre el Día del Inocente, pero es absurda esa celebración puesto que aquí, todos… son días de los inocentes. La clase política nos ve como niños menores de cinco años, que no discernimos si algo es verdad o mentira, por eso nos dan discursos cargados de “información fantástica” o tal vez son tan cultos que se leyeron todas las obras de Gabriel García Márquez y practican el realismo mágico con nosotros.
Por otro lado, éramos más alegres y con más sentido del humor en épocas pasadas. Por ejemplo en la cuarta, la gente andaba con un chiste a flor de labios, porque aunque la cosa estuviera “dura” siempre vivíamos con esperanzas. Si recuerdan los programas de humor, allí se veían los comediantes hacer parodias sobre los presidentes de turno y no pasaba nada. Ahora, el Grinch nos ha robado la Navidad, el niño Jesús, el arbolito y hasta las hallacas. Debemos buscar su guarida y pedirle que nos devuelva eso que teníamos los venezolanos y que era nuestra marca de fábrica: el sentido del humor. Pero, en la quinta, nos hacen caer por inocentes a cada rato. Para citar algo insignificante: Nos dicen que la inflación cerró en un mes en 0,000000000000000% y resulta que hubo rumor de subida del precio del dólar y todo lo que usted desea comprar se lo suben el cien o más por ciento, porque todo se compra con dólar no oficial. Entonces, en vez de reír, llora porque le han engañado vilmente. Le han dicho una mentira de la manera más burlona, sin que se ruborice el vocero que hizo dicho anuncio. Usted sabe que es falso pero no puede quejarse porque lo que usted está viviendo es una sensación de inflación, no es algo verdadero.
Por otro lado, escucha y ve las afirmaciones de una señora con cabello rubio señalando que tiene una misión llamada “asfalto parejo” y resulta que ni parejo ni discontinuo, las calles tienen más huecos que la luna. Podríamos decir que ha emparejado la situación terrestre con la lunar, más no ha asfaltado las calles de la ciudad.
Barquisimeto era la ciudad más limpia de Venezuela, ahora se ve la basura por todas partes, adornando los huecos, para que haya una combinación. Resulta que aunque los venezolanos no apreciamos el arte, porque no hay museos, ni actividades culturales que nos permita ser personas artísticas, estéticas, intentamos poner el arte en todo lo que tocamos y nos hemos hecho expertos en adornar huecos. Entonces volvemos a decir, nos están tomando por inocentes. De las obras que resaltan los políticos vemos sólo vallas, pero no hechos. Al punto que podemos decir, que tenemos una nueva misión: “Valla parejo”. Porque le aseguro que obras no hacen pero colocan las vallas para dar la sensación que se está trabajando.
