Aunque en el informe sobre la situación del país, presentado por el presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes, se destaca el crecimiento de la economía venezolana en 5,5% durante este año (medio punto por encima de lo esperado), el economista Gerardo Álvarez recomienda hacer una revisión a fondo de esas cifras para constatar el importante papel que ha jugado la empresa privada.
El especialista sitúa a los capitales privados entre los factores responsables del crecimiento del país, a pesar de la “asfixia económica” a la cual han sido sometidos por parte del Gobierno nacional, ya que con su producción pueden contribuir al bienestar de la economía nacional.
“Esto debe llamar nuestra atención una moraleja muy importante: si el Gobierno decide eliminar progresivamente las industrias y las empresas del sector privado, pues la economía colapsará más temprano que tarde. De hecho, más del 60% del producto interno bruto de este año ha sido como consecuencia del esfuerzo de este sector”, dijo.
Gastos y controles excesivos
Otro factor de importancia ha sido el incremento del gasto público en al menos un 50%, como consecuencia de los procesos electorales celebrados este año, lo que trajo como resultado una liquidez como jamás había existido en los anales de la historia de Venezuela, la cual se espera cierre en 600 mil millones de dólares. A juicio de Álvarez el aumento del gasto obedece al impulso inusitado y desbordado de una vorágine fiscal, a los fines de dar la impresión en los electores de que en 2012 el país vivió una bonanza fiscal.
Asimismo, el especialista recuerda que el Gobierno nacional se ha atribuye el hecho de haber logrado “controlar” la inflación como en ninguna otra gestión, con el uso de instrumentos como la Ley de Costos y Precios Justos (promulgada a principios de este año), mediante la cual se congelaron diecinueve productos de la cesta básica. Una acción que considera es arriesgada en el largo plazo.
“Tenemos un conjunto de productos cuya inflación es igual a cero cuando se determina el comportamiento de los precios. Ello quiere decir que nosotros estamos viviendo una inflación represada y eso se ve en los anaqueles de los supermercados en virtud de la escasez de una gran cantidad de productos”, comentó.
Por ello, concluye que el Gobierno realmente es el sector que no ha contribuido con la economía nacional, ya que incluso Merentes, en su declaración (emitida junto a Jorge Giordani, ministro de planificación y Elías Eljuri, presidente del Instituto Nacional de Estadística) no aparece bajo ningún concepto la contribución del sector petrolero al avance en materia económica. De hecho el sector minería y petróleo disminuye su contribución en un 3%, mientras que la industria manufacturera apenas tuvo un aumento del 2%, porque la mayoría del consumo excesivo de la producción se ha invertido “para complacer las economías de otros países, de donde hemos importado los bienes que consumimos actualmente, bienes alimenticios así como los propios de la época navideña”.
Por último, Álvarez invita a los venezolanos a analizar los resultados del informe económico preguntándose si ante la alta liquidez del mercado y el incremento del gasto público se siente una mejora de la calidad de vida, si se alimenta mejor, si sus hijos tienen una buena educación, si tiene servicios públicos eficientes, más seguridad en la calle, la cantidad de desempleados y el hecho de que un cuarto de las familias venezolanas se encuentra en situación de pobreza.
“Ha crecido la economía, pero ¿eso ha permeado a la población venezolana? No, más bien ha enriquecido a unos pocos”.
Desequilibrios peligrosos
Gerardo Álvarez pone el ojo en los desequilibrios macroeconómicos que presenta actualmente Venezuela, y que amenazan con llevar a la economía hacia la depresión en lugar del crecimiento que tanto espera el Gobierno nacional.
El especialista menciona la disparidad ente el ingreso de la nación y el gasto público, que en Estados Unidos se llama “abismo fiscal”. Un déficit que en nuestro país se encuentra entre el 15% y 20% del PIB, que este año debe cerrar en 500 mil millones de dólares.
“El gobierno ha gastado mucho más dinero de lo que le ha llegado, y eso se puede ver a través de los créditos adicionales de un presupuesto que fue aprobado en noviembre de 2011, para luego incrementarse en un 40%, a través del endeudamiento y el déficit fiscal”.
También considera peligrosa la situación del mercado de divisas oficial y lo que se conoce como “el mercado paralelo”, donde el costo de la moneda extranjera tiene un diferencial de cerca del 500%, además de que los empresarios e industriales prácticamente no tienen acceso a los dólares preferenciales, lo cual los deja en una situación apretada para poder continuar contribuyendo con la economía nacional.
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