Ayer en horas de la mañana familiares del joven de 17 años que perdió la vida por una herida de bala en la cabeza poco después del mediodía del pasado miércoles en el sector Rómulo Betancourt de El Cují, se acercaron a la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, para reclamar el cuerpo del muchacho ultimado.
Nelson Colmenares, padre de la víctima, dio a conocer que su hijo se desempeñaba junto a él como herrero, realizando trabajos a domicilio en diversas partes de la comunidad. Sobre lo ocurrido ese día, relató: “Eran como las 12:30 del mediodía, cuando estábamos todos en la casa viendo una película en el sector Prados del Norte II y mi hijo decidió, como siempre hacía, salir en su bicicleta cerca de la 1:00 de la tarde”.
Sobre el móvil de la venganza que viene manejando el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, Colmenares afirmó que el segundo de sus seis hijos había dejado de estudiar porque quería empezar a tener algo de dinero. “Estoy seguro que no tenía problemas con nadie en el barrio, toda mi familia siempre ha vivido tranquila allí”, aseguró el progenitor, quien se mostraba fuertemente afectado por lo sucedido y no pudo contener el llanto.
Por otra parte, confirmó que no se enteró del nefasto hecho sino hasta dos horas después. “Me llamaron como a las 3:00 de la tarde. Primero escuché una voz rara, como la de un malandro, que me decía que debía presentarme al Cicpc, porque a mi muchacho, que iba con una bicicleta rosada, lo habían matado”. Entonces partió de una vez para el lugar, donde rindió declaración ante los efectivos del cuerpo de investigación.
Aún se desconoce el resultado del despliegue que el pasado miércoles iniciaran Polilara y la Policía Nacional Bolivariana por toda la zona norte, en búsqueda del responsable de este homicidio.
Foto: Elías Rodríguez
