Internándonos en el siglo XXI la evolución técnica, científica y cultural amerita una capacitación acelerada. En ocasiones la tecnología ha hecho que cuando un producto sale al mercado ya está obsoleto. Las nuevas generaciones deben estar consientes y fijar su destino hacia la consecución del éxito bajo el respeto y preservación del ambiente; aliándose con la naturaleza.
Llegado el año 2.013; una vez superada la profecía Maya, el optimismo debe guiarnos en la consecución de las fortalezas en las complicaciones que la era en la cual vivimos nos presenta. Los dones se adquieren en las dificultades, porque no existe una dificultad, que una vez ya superada, no nos aporte los dones necesarios para erguirnos ante las adversidades. Mientras más capacitados estemos menos tormentosa será la travesía hacia las soluciones; debemos eludir el camino cómodo y fácil; tenemos, como reto, un futuro difícil y áspero, estimulado por conflictos políticos, ecológicos, sociales, económicos y culturales. Tenemos el derecho a ejercer el deber de sostenernos firmes ante esas tempestades y tenderle “ayudas” a los más necesitados.
Debemos preservar los más altos ideales, en la pluralidad de pensamiento que nos caracteriza. Y, parafraseando al general Douglas MacArthur en el texto de su Oración del Padre: “Actuar dominándonos a nosotros mismos antes de pretender dominar a los demás; avanzando hacia el futuro sin olvidar el pasado. Practicando la humildad suficiente que nos haga recordar la sencillez de la verdadera grandeza; la imparcialidad de la verdadera sabiduría y la mansedumbre de la verdadera fuerza”.
A tal efecto debemos profundizar en nuestra actuación, realizando cambios a favor, para que sean nuestros aliados. Debemos crecer en conocimientos, capacitación y decisión. “Todos los seres vivos que crecen cambian” y, el cambio positivo dependerá de nosotros. Debemos entender que lo más importante no es saber de dónde venimos… sino a donde nos dirigimos, considerando que el liderazgo de la Red, por su “amplitud y dinamismo”, estará siempre sometido a una metamorfosis que implica pruebas, adversidades y mucha presión. Tenemos un potencial increíble con el cual podremos realizar cosas maravillosas; el éxito dependerá principalmente de las decisiones que tomemos. Es cierto que los factores externos y el ambiente que nos circunscribe influyen de manera determinante sobre los objetivos que nos proponemos; la parte más importante sobre la obtención de los resultados está en la actitud de los integrantes de la organización. Evidentemente, el éxito radicará en la forma en la cual venceremos las circunstancias y los desafíos, por lo tanto, debemos trabajar y aplicar el talento que hay dentro de la Red con el fin de maximizar nuestras potencialidades. Somos una institución inédita con un horizonte infinito.
“Las cosas materiales se “valoran” por resultados y las espirituales se “demuestran” con hechos”, Dicen algunos proverbios populares: “Hechos son amores” y “Por los hechos los conoceréis”. La “Red de Instituciones Larenses” está presta a trabajar mancomunadamente con las instituciones que requieran de nuestro apoyo en la búsqueda de soluciones idóneas y probas en problemas reales y objetivos de las comunidades; todo enmarcado en lo expreso en el Estamento Constitución y legal de la Republica Bolivariana de Venezuela y, en su defensa.
Venezuela tiene todo lo necesario para masificarse y magnificarse en el escenario mundial, especialmente, en el ámbito productivo. Los empresarios venezolanos han demostrado que saben sortear las adversidades aplicando, desde tecnologías populares hasta las tecnologías de última generación, desde Don Luis Zambrano, “electrificador” de pueblos en los páramos andinos, hasta el Dr. Humberto Fernández Moran, científico venezolano en la N.A.S.A., quien inventó “EL Bisturí de Diamantes”. Es indiscutible lo imprescindible de la empresa privada como generadora de empleos, de seguridad social y de mejor calidad de vida. Pilares indispensables para el desarrollo lo constituye el talento probo demostrado por infinidad de venezolanos.
Son suficientes razones para augurar un excelente porvenir a nuestra Patria, en vísperas de un año que se pronostica difícil; es por ello que queremos hacerles llegar nuestros mejores votos por vuestro bienestar, especialmente, a la Junta Directiva y al personal de EL IMPULSO. Su valiosa colaboración hace eterna nuestra gratitud… ¡Felicidades!