En plena faena, haciendo las hallacas, EL IMPULSO conversó con la peculiar animadora del programa La Bomba de Televen, Doña Griselda, quien con su delantal puesto, la conductora habló sobre sus Navidades y la época decembrina.
Aunque estaba en la cocina, eso no le quita que se arregle, porque “primero muerta que sencilla”, acotó la risueña fémina de cabellos dorados, quien de forma jocosa enfatizó que en diciembre se rebusca haciendo hallacas muy particulares, con una receta que solo ella conoce.
“Son hallacas de leche condensada y aceitunas moradas, ese es el toque mágico. Son muy light. Aquí en el bloque no las pelan, todos se mueren por comprar aunque sea una, por eso se me venden rapidísimo. Me tiran hasta la puerta por agarrarme la hallaca”, explicó.
-¿Cómo celebra las Navidades?
-En familia, con los muchachos, tanto el 24 como 31 de diciembre, la paso vendiendo hallacas.
-¿Qué le pidió al Niño Jesús?
-De verdad, le pedí los regalos que pidieron todos los niños del mundo. Ahhh… y un marido nuevo que no tenga el problemita aquel, ¿tú sabes cuál es el problemita aquel?, si no te lo explico.
-¿Qué va hacer con el esposo que tiene?
-¿Duglas?, eso es como si no lo tuviera. Tanto así que prefiero los Reyes Magos que vienen una sola vez al año (risas). Es que él es como un holograma, pero igual lo quiero.
-¿Qué prefiere: la hallaca o el bollo?
-En verdad prefiero el plátano horneado, bien acaramelado. Yo en Navidad no como bollo ni hallacas. Lo del plátano me quedó por las visitas que tanto hice a Maracaibo, porque allá les encanta un plátano.
-¿Con qué brinda en Navidad?
-Con mi ponche crema que es espectacular, sí, el que yo hago, que lleva mi nombre. Como ando loca todo lo vendo. Si los lectores lo quieren que se pongan de acuerdo contigo y hacemos negocio. No se van a arrepentir.
-¿Qué es lo que más le gusta de diciembre?
-Que todo el mundo está feliz, puro amor y paz, como si nada estuviera pasando. Solo ‘Love to much’. Ah! también me encanta el frío. Pero en enero todos se transforman de nuevo, todo cambia y regresan las caras de cañón en el metro y los apretujones en las calles. Ojalá siempre fuera Navidad.
-¿Cómo le fue en el 2012?
-¡Fantástico! Conocí mucha gente y tuve bastante trabajo. Además hice muchas cosas en el programa La Bomba, donde me besé con muchos artistas (risas).
-¿Cuál fue el beso que más le gusto?
-Bueno… el último fue con Cristobal Lander, que aunque andaba con su mujer, bien preñada, igual me metió mi beso.
-¿Qué tradiciones celebra?
-Las mías, porque conservo mi propio estilo. Me pongo mi hilo amarillo, pero al revés, para hacer puchero (risas). No me como las 12 uvas, sino 12 aceitunas con cada campanada. Y saco mi maleta por el 23 de enero, pero llena de papel higiénico, eso es por si me la roban. Ahhh también patino, porque a mi chofer: Juan Carlos Vázquez, es patinador, siempre lo acompaño.
-¿Qué viene para el 2013?
-Seguiré en La Bomba y también creo que van a invitar a formar parte de otro programa ahí mismo en el canal. Continuaré con mis shows privados, en el teatro y tengo un proyecto personal que estoy viendo a ver quién me lo compra, el título es muy original: ‘Doña Griselda tipo 11:30’.
-¿Y si Erika de La Vega se molesta?
-¿Quién es esa?, ¿una nueva Miss?, creo que la he escuchado, le tengo aprecio. Es más, sería mi primera invitada, tú sabes, para impulsarla.
-¿Qué le dice a la gente que quiere ponerle una bomba a su programa?
-(Risas) Que sí son ‘showseros’, que hacen eso porque quieren salir en el programa, porque a todos les encanta, sino no lo vieran. Les recomiendo que se lo tomen con soda, y que no hagan tanto el ridículo, para que no salgan tanto.
-¿Alguna molestia con algún artista?
-Para nada, todos me quieren y aprecian. Los caballeros todos han tenido un cable pelao conmigo. Con las mujeres tampoco, lo que son es muy envidiosas, porque no tiene ese lunar de pelo tan espectacular que yo me gasto, pero eso son cosas de ellas. Porque yo a mis 28 años de edad me veo bien espectacular.
Al preguntarle que cómo hacía para mantenerse tan bien, y que si realmente esa era su edad, se fue a ver las hallacas y no regresó. Gustosamente su chofer, Juan Carlos Vázquez, quien siempre la acompaña y la lleva a todos lados, nos despidió y nos entregó nuestras respectiva hallacas de leche condensada.
Foto: Cortesía de la artista
