Sacando cuentas, comerciantes del boulevar de la 20 estiman que desde la segunda quincena del mes de diciembre sus ventas se han incrementado hasta la fecha en un 90%, dado que cada vez más aumenta el número de compradores dentro de sus tiendas, en la víspera de Noche Buena, para las adquisiciones de vestidos, pantalones, faldas, camisas, franelas, zapatos y ropa interior.
Francis Goyo, comerciante, indicó que pese a la presencia de buhoneros frente a sus establecimientos, prácticamente obstruyendo a los clientes la visibilidad hacia sus locales, no han dejado de vender su mercancía, “porque definitivamente las personas han preferido la comodidad de estar dentro de una estructura techada, con aire acondicionado, buena atención, ropa organizada en su respectivo lugar, y lo más importante, pueden cancelar con tarjeta de débito, a diferencia de los vendedores informales que obligan a los compradores a cargar efectivo para pagarles en plena calle, sin tomar en consideración el peligro que esto les acarrea”, señaló.
Por su parte, Estéfano Pelicano resaltó que por faltar pocas horas para el 24, el boulevar de la 20 se ha visto colmado de familias completas y eso incrementa las ventas, ya que a las tiendas entran el padre, la madre con tres o cuatro hijos, como cifra promedio, y casi siempre hacen una sola compra en la misma tienda, lo cual equivale a una excelente ganancia y contribuye con la dinamización de la economía local que había estado prácticamente estática.
Belkis Escobar consideró que si este ritmo de personas asciende para el 31, podrían cerrar el año con un buen balance, lo cual les garantiza un mayor afianzamiento en ese corredor comercial. Martha Alvarado, compradora, precisó que como la mayoría de los venezolanos dejan todo para último momento, fue ayer sábado cuando decidió salir al centro con sus tres hijos, desde el barrio El Caribe 1, al suroeste de Barquisimeto, para observar la ropa, tanto de ella como de sus pequeños, y decidir si compraría lo que estrenarán este 24.
Expuso que nunca se imaginó ver a tanta gente aglomerada y congestionamiento vehicular en la zona comercial de la capital larense, más del acostumbrado.
“Pienso que así es muy difícil caminar con tranquilidad por las tiendas, pero entendemos la época y debemos adaptarnos a este trajín”, manifestó.
Los buhoneros instalados en la 20 y adyacencias también mostraron satisfacción por las ventas registradas.
Texto y foto:
Richard Alexander Lameda