Los resultados electorales del pasado domingo fueron consecuencia directa de las elecciones presidenciales del 7 de octubre, cuando Hugo Chávez, a pesar de encontrarse enfermo según su propia confesión, fue nuevamente reelecto Presidente de la República.
Tal es la opinión del Dr. Eduardo Fernández, quien fuera el máximo líder de Copei, ex candidato presidencial y actualmente presidente del Instituto de Formación para Políticas Públicas (IFEDEC).
Hago un análisis muy preliminar sobre el acontecimiento registrado en el país que, básicamente, demuestra que el oficialismo ha podido obtener una mayoría en veinte entidades federales y la alternativa democrática logró mantener tres gobernaciones.
Habrá que ver todos los detalles con más calma, ya que para analizar profundamente el comportamiento electoral se requiere de cierto tiempo y, por supuesto, cada entidad federal tiene condiciones muy específicas para ser estudiadas.
Sin embargo, en principio, podemos señalar que una vez que el oficialismo, abusando de todos los recursos del Estado, logró ganar la elección presidencial del 7 de octubre, era previsible que el resultado de las elecciones regionales iba a ser muy negativo para la alternativa democrática.
Por otra parte, tenemos un gobierno que, como dijo el coordinador nacional de la Mesa de la Unidad, Ramón Guillermo Aveledo, tiene demasiado poder y muy pocos escrúpulos.
Utiliza este gobierno los recursos del poder y del Estado, sin ningún pudor, al servicio de sus intereses políticos electorales.
La lucha política en nuestro país no es como antes entre gobierno y oposición, sino que ésta tiene que enfrentar a todo el poder del Estado.
Hay un tercer factor que debemos analizar. Los venezolanos no sabemos cuál es la realidad de la enfermedad del presidente de la República, Hugo Chávez, quien se encuentra en Cuba.
Hasta ahora, no se ha presentado ningún informe médico; pero, lo que sí sabemos es que el tema de la enfermedad del jefe del gobierno fue manejado y puesto en escena con claros propósitos políticos electorales y con un impresionante manejo de los tiempos.
Por último, y no menos importante, es que hasta ahora no ha sido posible construir una alternativa democrática seria, que pueda enfrentar con éxito el aparato teórico y práctico del oficialismo.
Quiero aprovechar esta oportunidad para felicitar a los guaros, al pueblo de Lara, que junto con Miranda y Amazonas demostraron una clara votación democrática.
Viene a mi mente lo que me decía un distinguido político colombiano: que era muy difícil ganarle las elecciones a un gobierno en Venezuela cuando el precio del petróleo estaba por encima de los cien dólares el barril. La consulta electoral del 16 de diciembre parece confirmar esa tesis.
¿Cómo se explica entonces que la oposición haya logrado triunfar en Miranda, Lara y Amazonas y perdido los gobernadores de Táchira, Carabobo, Zulia, Nueva Esparta?
Cada caso hay que analizarlo en detalle. Las circunstancias peculiares de cada estado; pero, en el caso de Lara existe un liderazgo en la persona de Henri Falcón, que le inspira confianza a la mayoría de la población y el candidato del oficialismo, Luis Reyes Reyes, es bien conocido en el estado y los larenses no quieren repetir la experiencia.
PS