“Feliz reencuentro caraqueño. Es un regocijo para mí poder estar acompañado por grandes ilustres, como es la Orquesta Municipal de Caracas, bajo la dirección de Rafael Medina”, dijo el “Sonero del mundo”, Oscar D’ León, a las 9:38 de la noche, cuando dio inicio a su concierto sinfónico en la carpa del Hotel Eurobuilding de Caracas.
Comenzó su repertorio con el tema Frenesí. En el escenario se fusionó su orquesta de siempre, junto a la Orquesta Municipal de Caracas, bajo la batuta del maestro Rafael Medina. Dos virtuosos violinistas acompañaron al cantante, uno a cada lado del proscenio, quienes bailaron junto a la estrella de la salsa todos sus temas.
El carismático intérprete rememoró la consagrada orquesta venezolana La Billo’s Caracas Boys con el tema Canto a Caracas. El público sentado disfrutaba del vozarrón y energía del intérprete, a lo que se le sumaban los hermosos acordes de sus emblemáticos temas en lo académico.
Sorprendió con el conocido tema de La Burra, con la que los presentes se animaron. Siguió por Vivir sin ti, entre otros temas, a lo que exclamó “¡sabrosoooo!”. Enamoró la sala con Madrigal; y más tarde animó al público con la Mazucamba, donde lo acompañó su hija Irosca con sus sensuales movimientos.
Invitados de lujo
El primer invitado de la noche fue el cantante de la agrupación venezolana Malanga, Arístides Barbella, “es un placer y orgullo estar aquí esta noche”, dijo el vocalista, quien engalanó la noche con el tema Llorarás. “Adórenlo con su voz”, acotó el “Sonero del mundo”.
Luego se lucieron los violines con el tema Pajarillo, donde el salsero agarró las maracas y puso su granito en la conocida pieza. Más tarde cantó Cómo fue, y al finalizar habló de su próximo invitado, la barquisimetana Kiara. “Es bella y hermosa, pero cada día está más radiante. Tenerla aquí es maravilloso”, exclamó el salsero.
La esbelta fémina entró con un vestido dorado que la hacía ver como una diosa. “Tú eres el Sonero de todos los venezolanos, es un orgullo tener tu amistad. Te quiero mucho, te adoro”, dijo la guara antes de cantar, junto a Oscar, el tema Reconciliación.
La fiesta musical se prendió por completo con Detalles y el éxtasis fue con El Negrito Fullero, con el que todos se levantaron a bailar. El salsero aprovechó para gritar la consigna de su equipo de béisbol, Los Leones del Caracas, quienes estaban jugando. “¡Qué viva el béisbol en Venezuela!”.
Luego de unos minutos de fiesta, interpretó el bolero Sin ti. Después le cedió el micrófono a su pupilo Joel, “esta es mi nueva adquisición, escúchenlo”, cantó El baile del suavecito. Los próximos invitados fueron Los Lázaros de la Salsa, con quienes interpretó Mi adorada.
“Ahora escuchen a esta mujer maravillosa, quien hizo su aprendizaje en Francia, España, y regresó, ella es Janil Trejo, la violinista”, quien interpretó Santa Bárbara bendita. Continuó su repertorio con un tema dedicado a La Guaira.
Se lució con Viva Venezuela, y luego se formó un contrapunteo entre Oscar D’ León, que es caraquista, y el corista, magallanero. La algarabía se apoderó del recinto, para más tarde bailar con Ariel.
“Ahora la van a pasar muy bien. Él es como las hallacas o el pan de jamón, nunca puede faltar en Navidad”, acotó el cantante antes de que entrara Betulio Medina, quien respondió: “Oscar ha viajado por todo el mundo, me pidió que lo acompañara, y aquí estoy”, luego cantó Sin rencor, Cuando voy a Maracaibo, La Grey Zuliana, Falta cinco pa’ las doce y Año Viejo.
El salsero se fue, pero regresó para regalar tres temas, pero sin la Orquesta Municipal, ya que no se podía extender mucho porque el recinto tenía permiso hasta las 12.
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