Liderando a diario actos oficiales y encendidos discursos, el vicepresidente venezolano, Nicolás Maduro, está mostrando una faceta más activa y combativa para legitimar su liderazgo ante la ausencia de Hugo Chávez, enfermo en Cuba, y preparar su candidatura ante unas eventuales presidenciales anticipadas, estiman expertos.
«Hoy, Maduro es completamente distinto a cuando sólo era canciller (cargo que aún desempeña): es el vicepresidente (desde octubre), pero además es el delfín (de Chávez) y de facto el presidente encargado o delegado del poder», explicó a la AFP Luis Vicente León, presidente de la firma Datanálisis.
Desde que Chávez viajó a La Habana el 10 de diciembre para someterse a su cuarta cirugía contra el cáncer detectado en 2011, Maduro aparece varias veces al día en actos públicos retransmitidos por la televisión oficial, lanzando ásperas críticas contra la oposición y pronunciando vehementes discursos para defender la ‘revolución bolivariana y socialista’ que dirige el mandatario en Venezuela.
«Tengo problemas en la voz, producto de todo el trabajo de estos días y de una gripe mal curada», admitió visiblemente fatigado Maduro en uno de los actos que presidió el viernes en tres estados andinos para la juramentación de gobernadores chavistas que ganaron en las regionales del 16 de diciembre.
Ante la posibilidad de quedar inhabilitado por un rebrote del cáncer, Chávez designó a Maduro su heredero político y lo eligió como candidato del chavismo de realizarse unas presidenciales anticipadas si no puede asumir su cuarto mandato el 10 de enero tras ser reelecto en octubre.
El vicepresidente, de 50 años y ex sindicalista del metro de Caracas, «tiene que validar su liderazgo porque podría convertirse en un futuro cercano en un liderazgo electoral», afirma León.
«Está participando en las más simbólicas tomas de posesión de los gobernadores chavistas y parece (por sus discursos) que está asumiendo el tono de quien está en campaña», coincidió la directora de DataStrategia, Carmen Beatriz Fernández.
«Él ha sido ungido como candidato sucesor dentro del chavismo y está asumiendo ese rol, está preparándose para una posible elección presidencial bastante próxima», añadió la analista.
En un tono desafiante, el vicepresidente afirmó esta semana que la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) quedó «disuelta» y convertida en «polvo cósmico» -una expresión utilizada por Chávez-, tras obtener sólo tres de las 23 gobernaciones en las regionales y ceder al chavismo cuatro estados.
También tildó a la oposición de «carcamanes», habló de una «burguesía corrupta» y descargó contra la MUD por afirmar que «arrancó mal su interinato» en un comunicado en el que también instó a Maduro a ser «algo más que una mala imitación de su jefe».
«Siguen equivocándose. Yo soy apenas un simple vicepresidente de la República. ¡Aquí hay un presidente en funciones y se llama Hugo Chávez Frías (…) No hay interinato, no hay encargaduría, no!», exclamó el viernes ante simpatizantes chavistas en Táchira (oeste).
Según León, el también canciller rompió con su hasta hace poco talante «moderado» debido a la «visibilidad propia de la vicepresidencia», por lo que empezó a utilizar más seguido palabras como «burguesía o imperialismo, que Chávez usa para encender masas».
«Maduro era visto como un hombre más sosegado, más calmado y ahora más bien pareciera que está imitando el rol de Chávez y pretende ser más beligerante», comentó a su vez Fernández.
Pero León estima que Maduro todavía debe encontrar «su conexión con la población» porque será difícil que iguale a «un líder de la talla» de Chávez, reelegido por cuarta vez en octubre con 55% de los votos, frente al opositor Henrique Capriles (44%), a su vez posible rival del vicepresidente en unos eventuales nuevos comicios.
«La forma de que Maduro se convierta en un favorito en una elecciones es representar una simbología de la revolución y mantener la figura, imagen y emocionalidad de Chávez» con sus simpatizantes, insistió León.
El mismo vicepresidente, haciéndose eco de las palabras del mandatario, de 58 años y 14 en el poder, recordó esta semana que el oficialismo y sus simpatizantes deben mantener la «unidad» para continuar con el proyecto socialista en el país.
«Hay muchas cosas por hacer y nosotros no podemos cometer el error de creer que todo lo que hay por hacer lo va a hacer un sólo hombre, tampoco podemos cometer el error de sentarnos a esperar para ver qué hace él», dijo Maduro refiriéndose a Chávez.
Hace dos semanas el mandatario anunció la inminencia de la nueva cirugía por la presencia de células malignas en la misma región donde le fue detectado el cáncer, cuya localización se desconoce.
El último parte médico difundido por el gobierno el jueves indicó que el presidente sigue en un «proceso progresivo de estabilización» tras haber sufrido una infección respiratoria que sigue siendo «tratada y controlada».