Capriles contra Chávez es una cosa y Capriles contra Maduro otra distinta. Miranda era mucho más que un estado para el PSUV y la dejaron ir. El chavismo ganó abrumadoramente las elecciones del domingo, salvo porque perdió lo que necesitaba. El 80% del país se tiño de rojo, pero no sellaron la sucesión pretendida. Muy parecida fue la victoria del CAP II en el 88 y lo que sucedió luego es historia.
Henrique no tendrá tiempo de organizar un comando de campaña nacional y levantar recursos para una campaña presidencial será difícil. Perdió gobernaciones fundamentales como el Zulia o Carabobo y lleva una derrota nacional a cuestas, en la que generó todo tipo de odios a lo interno de la oposición. De mucho carecerá Capriles, pero lo determinante será la única cosa que le faltará al PSUV: Chávez. Podrá utilizar su imagen, llorarlo en televisión o dedicarle todos sus discurso, pero Maduro no es Chávez. Maduro es una pregunta abierta.
Si va a haber elecciones tendrán que hacerlas ya. Algo relámpago, como ocurrió con la Enmienda Constitucional de 2009 (3 meses después de las regionales). Entre más abusivo el lapso más peso relativo tendrá su maquinaria partidista. Y es que la fiesta no da para mucho más, no con una falta de liquidez tan importante.Además, mientras más tiempo transcurra la división será peor, lo de Maduro está pegado con saliva de loro.
Claro que los opositores perdimos estas elecciones, que nadie se engañe. Pero el PSUV perdió a su líder único y yo creo que eso va a pesar más. Sin embargo, me preocupan tres cosas: El CNE vendido, las negociaciones ocultas de fracciones opositoras con el nuevo gobierno y el la desarticulación de la oposición en los estados que perdimos. Vienen tiempos duros, el encuentro será desigual y si Henrique repite su estrategia volverá a perder. Sin embargo, de las derrotas se aprende mucho y quizás esté ya listo para la presidencia. No tendrá mejor oportunidad que esta.
De los próximos meses se escribirán historias.
@yongoicoechea