Si bien el colorido y el detonante de los fuegos artificiales desatan el mayor entretenimiento y las más emocionantes alegrías en el mundo, también dejan graves secuelas y hasta apagan la vida de seres humanos, principalmente en esta época decembrina cuando aumenta la venta, distribución y comercialización de este producto.
La falta de conocimiento y preparación al manipular estos artefactos, como también los denominan, abarrotan las salas de emergencia de los diversos centros de salud, cuando explotan en las manos de las personas, o cerca de sus cuerpos. Las mutilaciones y quemaduras saltan a la vista.
Estos pequeños dispositivos, aunque parecen inofensivos puede provocar explosiones fortuitas y ocasionar grandes accidentes.
Este tipo de incidentes es bastante común en personas no experimentadas que adquieren pirotecnia ocasionalmente para divertirse.
Como regla básica, todos los elementos de pirotecnia deben encenderse dispuestos en el suelo, nunca mientras se sostienen en la mano. Los soportes de los proyectiles de especial potencia deben anclarse para evitar que vuelquen o que se desvíen de su trayectoria.
El potente fuego que estalla del artificio y sorprende quien lo maneja, le cambia la vida en un abrir y cerrar de ojos. Este elemento, efectivamente, de diversión, pero utilizado sin ningún tipo de medida preventiva, pasa a formar parte de una pesadilla.
Igualmente hay que mantener precauciones cuando un dispositivo no estalla, pues aunque parezca que la mecha se ha apagado, puede activarse y estallar mientras se manipula.
Los elementos de pirotecnia que resultan fallidos han de apartarse con un palo o instrumento similar a una zona segura, y si es posible se deben mojar con agua para neutralizarlos.
Origen de los pirotécnicos
Como todas las cosas tienen un origen, el inicio de los fuegos artificiales se circunscribe a la China, concretamente a la región llamada Liu Yang.
El responsable de desarrollar las primeras fórmulas fue un ciudadano de hombre Li Tang, quien se atrevió a elaborar una mezcla explosiva llamada polvo negro, el cual fue pro cesado artesanalmente a partir de la dinastía Tang, en el siglo VII.
Es importante saber que en un principio la utilización de la pirotecnia estaba limitada a las ceremonias religiosas para espantar a los malos espíritus.
En el siglo XI con la dinastía Song comienza a popularizarse, pero por siglos se seguirá fabricando de manera.
La leyenda dice que un cocinero de la antigua China halló una mezcla de sulfuro, salitre y carbón de leña, mezcla de por sí, más que inflamable y posible de estallar en un espacio pequeño. Su primer fin tuvo que ver con celebrar la prosperidad y la paz y espantar espíritus malignos. Los chinos, una vez que descubrieron las propiedades de ese polvo negro, siguieron investigando para perfeccionarla. A partir de obtener una fórmula mejorada, encontraron que podía ser utilizada fácilmente como combustible para los cohetes que usaban para sus festividades.
Colorido en Venezuela
Los matices cambiaron el cielo venezolano cuando comenzaron a utilizarse los pirotécnicos.
Los actos solemnes, las despedidas de año viejo y entrada de nuevo año; la celebración de un nuevo hombre en el poder mediante el voto popular, directo y secreto, así como las festividades cívicas religiosas en cualquiera de los pueblos de los veinticuatro estado del país incorporaron estos artefactos para realzar aún más sus significados dentro del concierto social.
Belleza en su esplendor
Sin duda alguna, los colores múltiples en el cielo de los fuegos artificiales son la atracción más fuerte que atrapan las miradas, pero de dónde provienen.
Cada color se deriva de un elemento químico y para que lo conozcan a continuación se explican.
El aluminio produce llamas y chispas plateadas y blancas.
El bario proporciona color verdes; el calcio se utiliza para intensificar el color naranja, el cobre genera el color azul, el litio es un metal que se utiliza para impartir color rojo a los fuegos artificiales, el magnesio se quema y da un color blanco brillante.
El sodio incorpora el dorado o amarillo, mientras el antimonio se utiliza para crear efectos de destellos.
Tipos de detonantes
Son diversos los nombres que le han dado a los artificios o juegos pirotécnicos.
Así se tienen las bengalas, cohetes, fuentes, volador, trueno, petardos, triqui-traqui, tumba rancho, silbadores, estrellitas y mata suegra, entre otros.
Talleres clandestinos
La colectividad del estado Lara se ha percatado de la existencia de talleres clandestinos donde fabrican fuegos artificiales, justamente cuando se convierten en noticia y ocupan grandes espacios en las páginas de sucesos de los medios de difusión masiva.
Es así que el 31 de mayo de este año explotó un galpón improvisado donde de forma ilegal se elaboraban pirotécnicos, concretamente cohetones, en una vía de tierra del caserío Miranda, al margen de la carretera Centroccidental, a cinco minutos de Carora, sector La Grande.
Este hecho provocó la muerte instantánea de un trabajador.
La potencia de la detonación hizo que esta persona volara por los aires junto con láminas de cinc, pólvora, palos y cohetones chamuscados.
Como esta fábrica que se mantuvo al margen de la ley, existen decenas en el país que representan una bomba de tiempo porque los espacios no poseen las condiciones adecuadas de funcionamiento, y los trabajadores carecen de preparación técnica para este tipo de labores.
Los niños, principales afectados por quemaduras
Por resultar atractivos, los niños son quienes más sufren las consecuencias del mal manejo de los pirotécnicos.
Diversos hogares detienen las celebraciones en Navidad por mutilaciones de dedos y manos, y hasta pérdida de ojos y quemaduras profundas que éstos les acarrean porque sus padres no están pendientes.
Por ello deben conocer que la Ley Orgánica de Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopna), específicamente en el artículo 262, establece que el Estado impondrá penas desde tres meses a dos años a quienes vendan, suministren o entreguen juegos pirotécnicos a menores de edad.
Esta situación muchas veces escapa de las manos de las autoridades y se siguen vendiendo a los infantes, quienes sufren las consecuencias de la pólvora contenida en los aparentes inofensivos artefactos.
Torres promulga decreto regulador de los pirotécnicos
El capitán Jhonny Túa, comandante del Cuerpo de Bomberos de Carora, municipio Torres, y la cabo primero Doris Colmenárez, instructora del departamento de educación de la institución, se mostraron orgullosos porque el 21 de noviembre de este año la Alcaldía de ese municipio promulgó una normativa que regula la venta, comercialización y distribución de los artificios pirotécnicos o fuegos articiales en el municipio Bolivariano General de División Pedro León Torres, a comerciantes formales e informales.
Entre el articulado de la norma, el 2 establece que para vender pirotécnicos los comerciantes deben tener previamente el certificado de funcionabilidad emitido por el Instituto Autónomo Cuerpo de Bomberos del municipio Torres, así como el pago correspondiente al Instituto Autónomo de Servicio Municipal de la Administración Tributaria (Insemat) de la Alcaldía.
El artículo 3 reza que el alcalde podrá establecer otros lugares para la comercialización de los juegos previa consulta del consejo comunal, si lo hubiere, y evaluación del comando unificado (Policía, Bombero, Guardia Nacional, Alcaldía, Insemat y Cedna). En las parroquias foráneas del municipio los consejos comunales o comunas podrán establecer en asambleas de ciudadanas un lugar específico para la venta de artificios, lo cual deberá contar con la aprobación del Comando Unificado.
Entretanto, el artículo 17 determina que el infraganti violentando cualquier disposición del presente decreto será sancionado con multas de 10 a 20 unidades Tributarias.
Contempla además que los artefactos deben estar no menor a 250 metros de distancia de expendios de combustibles y a 150 metros de centros médicos, asistenciales y educativos.
