Luego de varias quejas recibidas a través de La Columna de Cheo, personal de esta casa editorial se trasladó hasta la avenida Simón Rodríguez con carrera 30, justo en frente de la urbanización Terepaima, al centro de la ciudad, para reseñar cómo un bote de agua arreglado por la empresa hidrológica y el cual no ha sido asfaltado, ha ocasionado serias molestias entre los usuarios de esa zona.
Elio Pérez, quien es un pequeño comerciante de la zona, nos indicó que hace dos semanas en la esquina de la calle 29 con carrera 30, brotó agua blanca desde el asfalto como muestra de un problema en las tuberías del sistema en el lugar. Luego de varios días, y por el paso de los vehículos más el desgaste del asfalto a causa del agua, un hueco se hizo cada vez más grande.
Luego de una semana, el hueco había alcanzado una gran envergadura, condición que obligó a vecinos propietarios de un taller colocarle cauchos para advertir a los conductores que se trasladaban por allí.
Después de quince días, personal de la hidrológica del estado Lara, arribó a dicha dirección y reparó el bote de agua, no sin antes romper el maltrecho asfalto para llegar hasta la irregularidad.
Una vez finalizado el trabajo, la cuadrilla se marchó, dejando a su paso huecos ocasionados por la reparación, “dejaron unas grandes zanjas en esa zona, con forma rectangular”, dijo Pérez.
Según el vecino declarante, el problema en el asfalto hacía que conductores frenaran bruscamente y empeoraran el tráfico en el sector, ya de por sí pesado.
Hace unos días, personal de la Alcaldía de Iribarren se acercó al sitio y arrojó granzón en los huecos, pero no el asfalto para solventar el problema por completo.
Mientras tantos, Pérez y sus vecinos se quejan del polvo que es levantado por los carros que pasan por el granzón y el relleno echado en el lugar, “esperamos pronta solución”, exclamaron.
Fotos: Luis Salazar