Quienes residen en la capital de la parroquia Heriberto Arroyo están viendo concluir otro año sintiendo que la mayoría de sus exigencias no han sido atendidas por los organismos a los cuales corresponde.
La primera se vincula con la vía que los comunica con la carretera Lara-Trujillo, por la cual han protestado en más de una oportunidad cerrando el paso durante varias horas y lo único recibido son promesas y “pañitos calientes”
Rosa Canelón, quien junto al padre Johnny García, Marcos Salas y Miriam Mendoza, ha encabezado las luchas por una mayor atención a la turística población del municipio Torres, dijo que poco ha cambiado de esa vía.
Recuerda que el pasado 20 de junio cerraron la vía hacia Trujillo hasta que unos funcionarios del Ministerio de Tránsito Terrestre se presentaron y prometieron enviarles unas máquinas y obreros al siguiente día.
“Mandaron una máquina vieja del MTT pero se echó a perder; la repararon y se volvió a dañar y no hicieron más nada; la dejaron como estaba y con las lluvias se volvieron a abrir los huecos; todo está intransitable y por lo visto se quedará así hasta el año que viene”, afirmó Canelón.
De eso está consciente Marcos Salas, quien a diario debe utilizarla como conductor de una unidad del transporte colectivo que cubre la ruta hacia la capital del municipio.
Pero además de la carretera que les permite a duras penas trasladarse a Carora o a otras ciudades, la vialidad en el poblado no es la mejor y desde la Alcaldía de Torres nada hacen.
Tampoco se preocupan por el parque José Gregorio Hernández, a la entrada, que a causa de la desidia se encuentra prácticamente inutilizado.
En las mismas condiciones está el campo de beisbol, cuyo terreno requiere con urgencia mantenimiento para que los jóvenes deportistas de El Empedrado puedan utilizarlo sin temor a lesiones.
Además, la tribuna desapareció lo mismo que los dogouts y la cerca perimetral.
Otro problema de la población es el de la seguridad pues, aun cuando El Empedrado no ha sido tomado por la delincuencia como otras, necesitan la instalación de un puesto policial para atender cualquier emergencia por los actos de violencia que pueda presentarse, sobre todo los fines de semana cuando se multiplican los motorizados quienes, sin control alguno, no dejan dormir a nadie.
Ya se han enviado cartas a la Dirección de Seguridad y Orden Público y la Comandancia de Policía pero no ha habido respuesta alguna.
Pero a pesar de esas deficiencias, El Empedrado sigue siendo un atractivo turísico a visitar en esta temporada navideña y hasta quedarse uno o dos días en las posadas allí existentes.
Fotos: Elías Rodríguez-archivo