La pequeña localidad de Newtown (Connecticut, noreste de EEUU) inhumó este lunes a las primeras víctimas de la masacre en la escuela primaria de Sandy Hook, luego de que el presidente Barack Obama prometiera un debate sobre medidas para «evitar tragedias como ésta».
Los funerales de Noah Pozner y Jack Pinto, ambos de 6 años, se realizaron en Newtown y Fairfield, un pueblo vecino, mientras que los restos de los 20 niños y seis adultos asesinados serán inhumados a lo largo de la semana, dijo el periódico local Newtown Patch.
Hacia el final de la mañana, veinte niños ingresaron en fila india a la sala fúnebre donde se desarrollaron las ceremonias por Jack Pinto, de 6 años, en pleno corazón de Newtown. Miembros del club de lucha al que concurría depositaron sus medallas sobre el ferétro, informó Jack Wellman, un alumno de cuarto que ayudaba en los entrenamientos en la escuela de Sandy Hook.
«La ceremonia fue triste, muy emotiva», según Gwendolyn Glover, pastor de Chester, en el estado vecino de Nueva York.
El autor de los disparos, un joven de 20 años, mató antes a su madre en su domicilio, y se suicidó luego de la matanza en el establecimiento escolar.
El lunes todas las escuelas de la localidad de 27.000 habitantes permanecieron cerradas. La escuela donde ocurrió la tragedia permanecerá clausurada hasta nueva orden y de acuerdo con las necesidades de la investigación.
La presencia de una persona sospechosa determinó este lunes el cierre de una escuela de Ridgefield también en el estado de Connecticut (noreste) y el despliegue de fuerzas policiales en torno a todas las escuelas de esa localidad, cercana a Newtown.
«Todas las escuelas están en estado de alerta y hay presencia policial en todos los edificios», informó en su sitio de internet el sistema de educación público de Ridgefield.
Control de armas
«No podemos tolerarlo más. Estas tragedias deben terminar. Y para que así sea, debemos cambiar», afirmó el mandatario el domingo
Este nuevo tiroteo, uno de los más letales de los últimos años y uno de los más graves en un establecimiento escolar, volvió a instalar el debate acerca de las leyes que reglamentan el derecho a poseer armas –garantizado por la Segunda Enmienda a la Constitución estadounidense.
Desde la masacre del viernes se han multiplicado los llamados a endurecer la legislación sobre armas de fuego. La senadora demócrata Dianne Feinstein anunció el domingo que en cuento entre en funciones el nuevo Congreso a principios de enero presentará un proyecto de ley para prohibir la compra de fusiles de asalto.
Ilustrativo de los cambios que pueden producirse, el senador demócrata de Virginia Occidental, Joe Manchin, ferviente defensor de la segunda enmienda, llamó el lunes en la cadena MSNBC a realizar un debate «sensato y razonable» sobre el control de las armas.
El senador independiente por Connecticut, Joseph Lieberman, que abandonará el Congreso el próximo mes, llamó el lunes por la cadena CNN a «intentar que todas las emociones que sentimos en este momento no desaparezcan».
Por otro lado, más 140.000 personas habían firmado este lunes por la mañana la petición en la página web de la Casa Blanca para reclamar una ley sobre el control de las armas.
No obstante, la Casa Blanca dijo este lunes que aún no tiene «una agenda concreta» sobre la tenencia privada de armas.
El portavoz de la presidencia Jay Carney, dijo que «en las próximas semanas» Obama transmitirá a los estadounidenses posibles enfoques después de que dijera tras la matanza de la escuela primaria en Connecticut que recurriría a todos los instrumentos que tiene a su disposición.
«No tengo propuestas para presentarles. El presidente habló ayer (domingo) de avanzar en las próximas semanas», dijo Carney.
Una ley, firmada por el presidente Bill Clinton en 1994, los había prohibido, pero la disposición expiró en 2004, y jamás fue renovada. Barack Obama propuso restablecerla durante su campaña presidencial de 2008, pero durante su gestión no hizo de ello una prioridad.
Por su parte, el teniente Paul Vance, portavoz de la Policía de Connecticut, dijo que el autor d ela matanza, Adam Lanza, utilizó principalmente un fusil de asalto Bushmaster .223. Tenía también dos pistolas, con una de las cuales se suicidó, y varios cargadores llenos a su disposición para cada una de las armas. Un segundo fusil fue hallado en el baúl de su coche, estacionado fuera de la escuela.
Según medios estadounidenses, todas esas armas fueron compradas legalmente por la madre de Adam Lanza, que poseía muchas en su casa.
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