“Pa´qué voy a votar si van a ganar los mismos de siempre y nosotros no ganamos nada”.
Esa fue la respuesta de una mujer que se encontraba frente a su casa cuando se le preguntó si ya había acudido a cumplir con el deber patriótico de decidir quién debe ser nuestro gobernador y nuestros diputados regionales durante los próximos años.
Y como ella, quien prefirió no dar su nombre, pensaron muchos de los habitantes del municipio Crespo, de Duaca en particular, quienes este domingo se abstuvieron de acudir a los centros de votación.
Contrario a lo ocurrido el pasado 7 de octubre durante la elección presidencial, las de este domingo, evidentemente, no llamaban mucho la atención de los electores.
Los municipios Crespo y Urdaneta conforman el circuito electoral número 2 con 123.606 habitantes, donde se elegiría el gobernador de la entidad larense, un diputado por lista y otro uninominal.
Durante el recorrido periodístico se pudo constatar la disminuida asistencia de electores a los centros del municipio Crespo, comenzando desde los límites con Iribarren.
En la escuela del Paso de Tacarigua, parroquia José María Blanco, a las nueve y media de la mañana no había ningún elector y apenas habían ejercido su derechocerca de 20, incluyendo los miembros de mesas.
Situación similar existía en la escuela Antonio Fonseca Betancourt, de El Eneal, el centro de votación más grande de la parroquia.
Allí, durante toda la mañana y parte de la tarde, las personas ingresaban y salían sin retardo alguno a cumplir su deber.
En la escuela Padre Orenis, en la barriada del mismo nombre, al sur de Duaca, tampoco había cola alguna a las diez, hecho que el ex concejal Wilfredo Cambero atribuyó a la falta de interés a los comicios regionales.
“Después de las presidenciales a la gente como que no le importan nada las regionales”, dijo.
Las escuelas Hermanas Jiménez y Lucía Delgado también permanecían desoladas a las once de la mañana.
“Calculo que este proceso sólo ha atraído un 9 por ciento de electores en comparación a las presidenciales”, expresó Alexis Núñez al salir del último de estos centros.
“Creo que hay mucha decepción entre la gente y por eso no le han parado mucho a los comicios de hoy”, agregó.
Pero donde se notaba más la ausencia de electores era en la escuela Juan Manuel Álamo, en el centro de Duaca, donde el pasado octubre las colas se extendían por varias cuadras para acceder a las 12 mesas.
La situación se mantenía igual hasta las primeras horas de la tarde, a pesar de que se pudo notar un incremento de votantes, pero sin llegar siquiera al diez por ciento de lo registrado en octubre.
Tampoco a la escuela Hermanas Falcón acudían ciudadanos a cumplir con su deber.
“La gente se cansa de elecciones tan seguidas, además algunos candidatos al Consejo Legislativo nadie los conoce en Duaca y por lo tanto no les llaman atención alguna”, expresó Asdrúbal Álvarez, del movimiento Crespo Activo.
Álvarez conversó con algunos de los encargados de las escuestas en la calle sobre las preferencias del voto y cada tendencia se atribuía el triunfo en función de las respuestas de los electores que salían del centro.
“Estamos ganando, pero tenemos que esperar porque es mejor no contar los pollos antes de nacer”, se le escuchó a uno de ellos.
Pero la falta de interés ante el proceso no sólo se notaba en el área urbana del municipio Crespo, en Duaca en particular, pues también en las zonas rurales se presentó el mismo fenómeno.
Desde Quebrada de Oro, Rómulo Castro informó de la poca asistencia a los centros de votación.
Esa es una región afectada por muchos problemas, sobre todo de vialidad, al punto de que tan pronto llueve fuerte en el este del municipio quedan aislados por completo.
En el norte de Crespo la situación tampoco era mejor, como lo pudimos constatar los periodistas en Limoncito y Licua, a un lado de la vía hacia Aroa.
Los dos centros allí ubicados se encontraban desolados, con los miembros de mesas aburridos por la poca frecuencia de electores.
Los uniformados del Ejército y la Guardia Nacional permanecían resguardando las instalaciones escolares, permitiendo el acceso a las personas que de vez en cuando llegaban con el propósito de decidir quién y quiénes serán el próximo gobernador larense y los diputados por el circuito al Consejo Legislativo.
Para las doce y media de la tarde, en la escuela del Paso de Tacarigua, en los límites de Crespo e Iribarren, se pudo notar un incremento de electores en una corta cola de no más de 20 personas.
Mientras eso ocurría en los sitios de votación, en el centro de Duaca todo era de absoluta normalidad, incluso con los buhoneros colmando buena parte de la avenida Tricentenaria y algunas calles transversales. “Es que si no trabajamos, si no vendemos nada, no comemos y los políticos no vienen a ayudarnos a mantener nuestras familias”, dijo uno de ellos.
Fotos: Simón Alberto Orellana
