La vida no se cierra por Balance y Disfrute de fin de año. Estos días son sólo un momento en nuestro existir; pero que nos obliga a hacer un alto para revisarnos y si no podemos disfrutar… descansar.
En estos días se acostumbra visitar familiares y amistades; pero si no puedes o no quieres salir, porque en estas fechas los choferes andan mas locos que en el resto del año, que se conformen y tú también, con una llamada telefónica o un correo electrónico por el momento. Más bien pudieran planificar para otro momento del nuevo año; para eso existe el diálogo.
También se acostumbra por esta época hacer regalos pero este año la disponibilidad monetaria se ha reducido y nadie da lo que no tiene. Un bello mensaje de Navidad y año nuevo, pudiera ser suficiente. Si puedes asistir a una fiesta, contribuye con algo para la reunión y vasta.
Además del duro trabajo para la elaboración de las hallacas, las mujeres se quejan porque tienen que preparar algo más para acompañar las hallacas y tienen razón. En este caso pueden organizarse para entre todas cocinar algo más o comprar pan de jamón, comerlo con las hallacas y disfrutar del momento. Lo importante es reunirse y desearse felicidades en nombre de Dios.
También son estos días finales de año, tiempo de discusión entre las parejas, porque quieren ir donde sus respectivas mamás; pues hay que sentarse y ponerse de acuerdo sin discutir. Si este año fue así, el otro puede ser lo contrario; el siguiente van a un lado y el otro al lado contrario; estos días especiales, no tienen necesariamente que estar él con ella. Hay otros días en el año propicios para una separación momentánea, que hoy el teléfono o la computadora la compensan.
Igualmente a final de año, acostumbramos a sacar cuentas: qué hice, qué deje de hacer, qué no salió, qué queremos, qué no sirvió, qué vamos a hacer, qué vamos a mejorar…
Sin embargo, pensamos mucho y hacemos planes; pero dentro de una semana se nos olvida. En cualquier otro tiempo se puede planificar y hacer inventario. La vida es la misma: hay nacimientos y muertes el 31 de diciembre a las doce de la noche en punto, como puede haber fiestas en cualquier otro momento, así como hay ocasiones propicias para regalar, para reunirse y compartir.
Todo es cuestión de tradiciones y nos dejamos arrastrar por ellas. La tradición no es un mandato; es una costumbre. Son bonitas, pero no todos los años podemos celebrarlas; lo que no tiene es que ser motivo de frustración. Es lindo mantener las tradiciones y participar de ellas voluntariamente. Durante el año al parecer necesitamos de un cambio, un clima diferente y la navidad y el fin de año se prestan para ello; por eso, esta es la época del año en que los sentimientos se impregnan de amor, unión, armonía, alegría y momento de perdón, de compartir y de expresar las emociones con la generosidad que caracteriza a quienes vivimos en esta Tierra de Gracia. En nombre del Divino Niño que es Dios tengamos un feliz y prospero año nuevo. Amén.