Cuando está concluyendo otro año para los habitantes de poblaciones del interior del estado Lara ha sido negativo en cuanto a vialidad debido a que las carreteras que les comunican con Barquisimeto y otras ciudades de la entidad se encuentran en deplorables condiciones y no se observa interés en los organismos por recuperarlas.
Prácticamente todas las capitales parroquiales sufren por esa desidia oficial, comenzando por San Francisco, en el municipio Torres, cuyos vecinos quedan aislados cada vez que llueve, como lo ha denunciado en reiteradas ocasiones la luchadora social Nebesca Gutiérrez.
Hasta ahora sólo han recibido promesas y conforme transcurren los días la comunicación con la Lara-Zulia se hace más dificultosa, sobre todo en los pasos de quebradas.
Lo mismo ocurre con la vía Siquisique-Baragua, como también lo ha planteado Argenis Flores, precupado por su poblado.
A todo lo largo de la carretera existen enormes fallas de borde que obligan a pensar en el derrumbe total de la capa de rodamiento ante cualquier aguacero, además del problema que representan dos quebradas, Las Perdices y Churuguara, por donde no puede pasarse cuando llueve en las cabeceras.
Ni la alcaldía de Urdaneta, ni el hoy llamado Ministerio de Tránsito Terrestre hacen nada por mejorar las condiciones para que un pueblo turístico como Baragua pueda contar con una vía segura todo el tiempo, incluyendo en invierno.
Han recurrido a Invilara pero les informan que eso es competencia del gobierno nacional.
Pero la situación no es mejor en el tramo San Pedro-Barbacoas, entre Torres y Morán, ya que hasta ahora sus habitantes lo único que han recibido son promesas que nunca se cumplen pues de los planes anunciados apenas reciben una o dos máquinas y una reducida cuadrilla de obreros que nada pueden hacer.
Ignacio Torrealba y otros luchadores sociales de Barbacoas han hecho gestiones ante la alcaldía de Morán y el MTT pero poco han logrado y mientras tanto la población, famosa por la atractiva Cascada del Vino, continúa padeciendo por algo tan importante como son los tramos desde San Pedro o Humocaro Alto pues ambos están destrozados.
También Sanare carece de carreteras en óptimas condiciones como lo puede constatar cualquiera que ingrese a la capital del municipio Andrés Eloy Blanco por el este o por el oeste.
Las fallas de borde o hundimientos datan de años y hasta ahora, de acuerdo a denuncias de la concejal Soledad Liscano, lo único que ha hecho el gobierno nacional es rellenar el tramo hacia Sabana Grande mientras que en las inmediaciones de El Jarillal iniciaron la construcción de gaviones pero últimamentelos han dejado prácticamente paralizados.
Otra importante carretera que no ha recibido la inversión necesaria por parte del gobierno nacional es la que conduce a Río Claro.
Si bien es cierto que el MTT ha eliminado algunas fallas de borde y hundimientos, no ha implementado un plan general de recuperación para que los miles de usuarios que a diario deben transitar por allí puedan hacerlo con seguridad, sin los obstáculos a los que han tenido que resignarse durante los últimos años.
Lo mismo ocurre con el sector El Limoncito, en la vía Duaca- Aroa.
Pero la vialidad rural está en peores condiciones, figurando entre las más destrozadas la Villanueva-Santa Marta, en el municipio Morán, la Duaca-Moroturo, y la que de la capital de Crespo conduce a la zona de Quebrada de Oro, al este del municipio.
Fotos: Archivo
