Horas después de renunciar a la dirección técnica del Club Deportivo Lara, el entrenador Eduardo Saragó confesó que una de las cosas que más lamenta de no seguir en el cargo es dejar pasar la oportunidad de dirigir en Libertadores, pero “hay un momento en que lo familiar está por encima de todo” y cree que su decisión es correcta.
“A mí me han vinculado con siete equipos y repito que no me voy del CD Lara para dirigir a otro equipo, porque para dirigir me quedo en el equipo rojinegro, con el que conseguí resultados muy importantes y al que clasifiqué a una Copa Libertadores, porque me gané el derecho a estar en esa competición, pero, como todo el mundo sabe, hay asuntos familiares que me impiden seguir”, soltó Saragó en una conversación telefónica y en la que dejaba colar un sentimiento de tristeza, aún golpeado por la decisión tomada, separarse “de lo que uno quiere”.
“Me embarga la tristeza. Normalmente cuando uno sale de una institución es porque las cosas no se dan, pero en esta caso es distinto, porque logré tener al mejor equipo del último año y medio… además me comprometí tanto con la ciudad y logré un cariño recíproco con la gente de Barquisimeto, que me duele dar un paso al costado, pero toca a veces tomar decisiones y ese fue mi caso. Ojalá algún día tenga la oportunidad de volver”, confesó para agregar “es difícil renunciar a lo que uno quiere”.
Saragó reiteró que su decisión obedece a temas personales y no se trata de una huida ante la situación de incertidumbre que aún rodea al equipo, pese a los aportes inyectados en semanas recientes desde organismos oficiales, algunos como donativos y otros por concepto de patrocinio.
“Pude haberme ido antes, pero estuvo hasta el último minuto con el equipo. La situación con el equipo siempre fue difícil y se coló a la luz pública en los últimos meses, pero fue crítica desde mucho antes. Yo me la pasaba en reuniones e incluso pocos saben que el equipo desapareció por dos días y sin embargo estuvimos moviéndonos, buscando solución, pero nunca con la intención de renunciar”.
Aunque siempre ha sostenido que su decisión obedece a un tema familiar –la enfermedad de su padre- Saragó reconoció que el nivel de incertidumbre en el equipo terminó de empujarlo hacia la conocida decisión.
“Soy un entrenador estructurado, que trabaja con una planificación, pero la planificación no convive con la incertidumbre y era muy difícil hacer planes de cara a la Libertadores y al torneo Clausura”, admitió.
“Con este equipo la región larense tuvo una transformación cultural en cuanto al fútbol y eso deriva en grandes compromisos, pero no es el escenario ideal para los niveles de exigencia que me impongo”, agregó.
Por último, el caraqueño admitió que, aunque su prioridad es pasar un tiempo prolongado con su familia, “si llega una oferta real y seria, la voy a tomar, porque vivo de esto”.
Foto: Daniel Báez/Archivo
