La productora de televisión que controla la diva del Bronx, ‘Nuyorican Productions’, es responsable de un programa de telerrealidad en el que un cazarrecompensas persigue a supuestos delincuentes por toda Nueva Orleans. En uno de sus episodios, el joven Everette Draughn es presentado como sospechoso de haber cometido diversos delitos y protagoniza, muy a su pesar, un extenso segmento del programa.
Tras su humillación pública, el acusado ha denunciado a la cantante por permitir el atentado contra su honor, y por asociarle a crímenes que no había perpetrado, según informa el portal TMZ.com.
En la demanda que ha presentado en los juzgados del estado de Luisiana, Draughn asegura que la manipulación de las imágenes en las que aparece ha “arruinado completamente” su vida, ya que ha forjado una negativa reputación que le impide conseguir un empleo e incluso llevar una vida pública normal.
El demandante sostiene además que ha recibido agresiones verbales en mitad de la calle, y que durante la filmación del capítulo recibió varias lesiones físicas que requieren una indemnización.
Aunque Jennifer no está implicada directamente en el asunto, Draughn considera que la artista constituye, como productora del espacio, la principal responsable de las acusaciones falsas vertidas contra él –se le presenta como ladrón de coches y fugitivo– y del lesivo montaje audiovisual.
Por tanto, el recurso judicial se dirige directamente a la estrella del pop debido a su supuesta actitud irresponsable y, en opinión del demandante, por no haber actuado en contra de la difamación de la que es objeto.
El controvertido capítulo del reality ‘Big Easy Justice’ se emitió el pasado mes de abril y, por el momento, ningún portavoz de la productora o del canal de televisión ha hecho declaraciones sobre el asunto.