La sonrisa de Rubén Limardo se iluminó cuando recibió aplausos en el marco de la actividad previa al partido benéfico organizado por la Fundación Luis Sojo en el Domo Bolivariano.
Limardo participó en la rueda de prensa y, de inmediato, se uniformó para jugar algunos minutos en la partida de baloncesto con la selección diseñada por el epónimo de la actividad.
“Es un honor estar aquí. Compartir la emoción con ustedes. Siempre he estado orgulloso de recorrer mi país, de representarlo y siempre llevar la bandera de mi estado Bolívar, a mi espada y mi deporte, a todos lados”, dijo el campeón olímpico lo que arrancó las primeras muestras de aplausos.
El guayanés fue más que atento. Se tomó fotos y derrochó simpatías. A sus 27 años vive un gran momento, dentro y fuera de la pedana, el mismo que otorga un aura especial dispersa en el ambiente donde visita.
“Hay que llevar alegría a todas partes. Muchos son los niños que necesitan de este mensaje, de hacer deporte y disfrutarlo. En mi estado hicimos una pequeña escuelita, mi madre ayudó a muchas personas a ser mejores seres humanos y eso es lo que debemos decir hoy aquí con esta actividad”, relató.
Lara es un estado que trae muchos recuerdos al hoy campeón olímpico y número dos del mundo en la modalidad de espada, en la esgrima.
“En 1994 vine a esta ciudad y gané mi primer campeonato como atleta, y también lo hizo Rupuerto Gascón como el que nos entrenaba. Es una ciudad especial, que siempre recuerdo. He venido muchas veces y cada vez recibo muestras de mucho cariño, incluso antes de haber ganado mi medalla olímpica”, relató.
Muchas personas querían guardar una fotografía con él. Sonreía y no paraba de firmar autógrafos. Un chico de mediana edad le lanzó una cédula de identidad para que Rubén leyese, con sus ojos, la coincidencia de llevar ambos el mismo apellido. “Somos familia”, le gritaba mientras el campeón se reía del hecho vivido.
El esgrimista estará en la ciudad hasta mitad de la mañana de este martes. Su agenda está apretada y, como siempre lo dice, tiene que sacar un tiempito para no perder su rutina de entrenamientos.
Foto: Daniel Báez