Tradicionalmente, cuando muchas personas se refieren a Cubiro sólo mencionan las lomas, ese espacio de montaña donde se acude a disfrutar del frío, algunas comidas o bebidas típicas y a montar a caballo.
Pero Cubiro tiene mucho más que ofrecer a los turistas, aparte de sus atractivas lomas, el pueblo en sí, con sus calles ondulantes, sus posadas con aires europeos, su iglesia colonial, su arborizada plaza Bolívar, un agradable frío y el don de gente de sus habitantes, siempre prestos a atender al extraño y también a quien no lo es.
En esta temporada, Cubiro también brinda la oportunidad de disfrutar de las tradiciones religiosas navideñas todavía vigentes.
Así lo afirma el sacerdote diocesano Rosember Gaviria Perafán, párroco de San Miguel de Cubiro, a cuyo cargo está cubrir las necesidades religiosas de 20 comunidades.
Informa que las misas de aguinaldo inician el sábado 15, un día antes que en otras parroquias, hasta el domingo 23.
“A las cuatro y media de la madrugada, como es tradicional, gracias a que en Cubiro aún no se ha destapado la inseguridad”, aclara el padre Rosember.
Las misas estarán musicalizadas por el coro de la parroquia, dirigido por el profesor Félix Mendoza, el coro de niños y el Ensamble de Campanas de la población.
La misa de Noche Buena, el lunes 24, se celebra a las diez, esperándose la asistencia de gran cantidad de feligreses, no sólo de Cubiro sino de muchos caseríos de la parroquia.
El 31 el oficio religioso se realizará a las nueve y media de la noche.
El padre Rosember, en función su experiencia de once años al frente de esa parroquia, espera que la iglesia se plene de feligreses, como ha ocurrido siempre, “porque este es un pueblo muy religioso”.
Además de los habitantes y los familiares que los visitan procedentes de otros lugares, también espera la asistencia de turistas, igualmente católicos, que de esa manera tienen la oportunidad de acercarse a una casa de Dios a pesar de encontrarse en un lugar distante al de su residencia.
“Mi mayor deseo es que esos turistas que en Navidad vienen a disfrutar del clima y otros atrativos de Cubiro, se acerquen a la iglesia, que está abierta 12 horas de cada día, para que nos acompañen en los oficios religiosos, las misas de aguinaldo y la de Noche Buena, y así ratificarán su devoción hacia el Señor”, manifestó.
La invitación la extendió también a quienes van directamente a las lomas, muchos ni siquiera connocen la población, donde también encuentran artesanías, platos y bebidas típicas de la zona, y gente amable para atenderlos.
Rogelio Pérez, comerciante, habló de los dulces típicos de Cubiro, como de durazno, lechoza, cabello de ángel y de leche, así como las fresas con crema.
Cree que a partir del jueves 20 se inicia la afluencia de turistas, hasta el 6 de enero, cuando regresan a sus lugares de origen, repotenciados con el aire puro de la montaña.
Fotos: Luis Salazar
