La salud del presidente Hugo Chávez vuelve a suscitar interrogantes en Venezuela a raíz de su nuevo viaje a Cuba para iniciar un tratamiento cuya finalidad médica no ha sido aclarada, tras haber limitado su actividad pública a pocos días de las elecciones regionales, clave para su nuevo mandato.
Chávez llegó a La Habana en la madrugada del miércoles 28 de noviembre, donde permanecerá por un tiempo indeterminado para someterse a un tratamiento complementario de oxigenación hiperbárica.
El Presidente, quien no ha aparecido en público desde el 15 de noviembre, tampoco se dejó ver al salir de la capital cubana, donde hace seis meses finalizó su radioterapia contra la recurrencia de un posible cáncer detectado en 2011. Aunque se ha declarado libre de la enfermedad, de la que se desconoce su ubicación, también ha admitido que su estado de salud le impidió entregarse a fondo en la campaña para su reelección.
El secretismo acerca de su estado se mantiene por medio de una carta enviada el martes 27 a la Asamblea Nacional. Sólo dijo que empezaría el nuevo tratamiento como parte del proceso de protección de su salud. Tampoco precisó una fecha de retorno.
Su cita más importante es el 10 de enero, cuando está prevista la toma de posesión ante la Asamblea Nacional para los próximos seis años.
El caso del mandatario ha sido una caja de sorpresas con rienda suelta a las especulaciones e interrogantes. Por ejemplo, ¿por qué justamente a las puertas de las elecciones regionales del 16 de diciembre, en las que aspira a una contundente victoria para implantar el proyecto socialista, se repite la historia de los días previos a las presidenciales?
Desde que el 30 de junio del año pasado el propio mandatario reconoció que había sido operado de un cáncer en el abdomen, se ha originado un oleaje de mentiras y desmentidos. Se ha dicho que lo han operado en tres ocasiones, todas en La Habana desde esa fecha, habiendo viajado a Cuba al menos 11 veces.
Pero muchos creen que todo ha sido una artimaña sugerida por Fidel Castro para aumentar las condolencias, y que Hugo Chávez siga sembrando que es el corazón de Venezuela.
No obstante, en su nota a la Asamblea Nacional, refirió que, “cuando se cumplen seis meses de haber concluido la última terapia, se me ha recomendado iniciar un tratamiento especial que siga consolidando el proceso de fortalecimiento de la salud que he venido experimentando”.
La enfermedad de los líderes políticos es tratada de maneras muy distintas. Castro y Chávez son ejemplos de cómo se oculta la información. Desde el pasado domingo 7 de octubre habían estado circulando en internet rumores sobre el supuesto fallecimiento de Fidel. Alex Castro, su hijo, desmintió la especie, pero lo cierto es que la evolución de la enfermedad que lo hizo delegar el poder en su hermano Raúl en 2006 permaneció siempre en un oscuro secretismo que suscitó constantes especulaciones.
No así fueron los casos de mandatarios de otros países. En un conciso comunicado, firmado por las autoridades clínicas, se dieron a conocer los pormenores del cáncer laríngeo que afectó a Lula da Silva.
En agosto de 2010 un estudio hecho público confirmó que el entonces Presidente de Paraguay Fernando Lugo padecía un linfoma Hodgkins en su ingle, un nódulo en el mediastino (caja torácica) y una lesión en la tercera vértebra de la zona lumbar.
Hacia fines de 2011, el vocero de la presidencia argentina sorprendió al anunciar que Cristina Kirchner, quien había asumido su segundo período pocos días antes, se tomaría una licencia para ser operada de un carcinoma papilar, diagnóstico que luego fue calificado como un error o mentira.
Con este nuevo supuesto deterioro y recaída del Presidente Chávez, el ambiente político venezolano se ha llenado nuevamente de rumores. Chávez debe asumir su nuevo mandato el 30 de enero del 2013, pero según el artículo 233 de la Constitución, si se produce una ausencia absoluta del Presidente de la República antes del 10 de enero, cuando comienza el nuevo período constitucional, le correspondería al presidente del parlamento Diosdado Cabello asumir la Presidencia hasta que se convoque a elecciones los 30 días siguientes.
El actual vicepresidente ejecutivo, Nicolás Maduro, sólo podría suplir al mandatario hasta el 10 de enero, cuando vence el período constitucional, pues fue designado como segundo al mando en el anterior período.
Si Hugo Chávez faltara dentro de los primeros cuatro años de su nuevo mandato, se debe realizar una nueva elección dentro de los siguientes 30 días. Mientras tanto tomaría las riendas del país el nuevo vicepresidente.
Si Hugo Chávez no estuviera en los últimos dos años de su mandato, no se convocaría a elecciones sino el vicepresidente en turno tomaría las riendas del poder hasta finalizar el período de seis años.
Si la enfermedad de Chávez lo sacara definitivamente de Miraflores, Venezuela tendría que levantarse de las ruinas que dejó el capricho, para construir una patria nueva con venezolanos en cola, no para comprar un pollo en mercal, sino para expresar ideas, las mismas que el mandatario, supuestamente enfermo, pisoteó durante trece años.
#opinión: Si Chávez faltara por: Orlando Peñaloza
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